David Bustamante ya no puede más y mueve ficha, harto de que Paula juegue con él

David Bustamante ya no puede más. Se ha cansado de esa amenaza de tormenta que no llega a estallar pero que anda instalada en su vida desde que él y Paula Echevarría se tomaran un tiempo de reflexión. Era lo mejor en un momento en que lo suyo hacía aguas por agentes externos. Se trataba de reflexionar y hacer cambios. Había garantías de que se tomaría una decisión tras una larga conversación donde tanto la vuelta como la ruptura serían consensuadas. Sin embargo, pasa el tiempo pero Paula sigue echando balones fuera. No se manifiesta a favor ni en contra. Mientras tanto, siguen viéndose y mantienen comunicación. Como si nada hubiera cambiado. Complicado vivir así, estando pero sin estar. Así las cosas, el cantante lo tiene claro. Ha tomado la decisión de separarse definitivamente. No está dispuesto a seguir aguantando la incertidumbre de la madre de su hija, no quiere que siga jugando con sus sentimientos.

La primera prueba de que David va a hacer un importante cambio en su vida la encontramos en que ha adquirido una casa en Pozuelo de Alarcón, y de propiedad, nada de alquiler. Anda enfrascado en acondicionarla y a tal efecto ya ha contratado a un decorador. La propiedad ya ha recibido la visita de los padres del artista y de su hija. No parece que el tiempo que tenga que esperar Bustamante para instalarse en su nuevo hogar vaya a ser largo. Quiere empezar pronto su nueva vida. Eso sí, antes de eso, quiere comunicar públicamente que lo suyo con Paula se acabó. Que se divorcian. Mientras a ella el tema no le come pan, para él es una necesidad cerrar esa puerta y vivir tranquilo. El asunto sigue vivo mediáticamente y hay que hacer algo. Él ha demostrado en diferentes ocasiones su nerviosismo ante las preguntas sobre esta cuestión. Ya no puede más. Paula y él llevan diferentes ritmos. Estaba claro que alguien tenía que tomar una decisión y ha sido David. Se avecina un divorcio que animará la información rosa de otoño.