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Fran Álvarez destroza a Belén Esteban al desvelar sus secretos más íntimos

Fran y Belén estuvieron unidos cinco años en un matrimonio tormentoso. El camarero ha hablado alto y claro sobre lo que su ex mujer esconde cuando nadie la ve en una entrevista durísima.

Fran y Belén, lo que la verdad esconde

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Fran Álvarez estuvo casado con Belén Esteban cinco tortuosos años. Cierto es que se querían con locura, pero no lo es menos que sus peleas eran constantes. Fue una relación cargada de altibajos, en la que no faltaron las infidelidades, así lo reconoció en su momento el camarero. Fue entonces cuando concedió una entrevista en el Deluxe que estuvo urdida por la rubia y Toño Sanchís alegando a que si quería recuperarla, tenía que trabajárselo a pico y pala. Él no vio ni un euro. Eran los días en que ambos estaban atrapados en las garras de la adicción. Ella lo reconoció y ahora él ha hecho lo mismo explicando que tocó fondo y que está en tratamiento: “Llegó un momento en que estaba completamente deteriorado, física y mentalmente. Hace unos meses ingresé en una clínica y comencé un tratamiento con psicólogos y médicos, que aún continúa”, expresa el ex marido de la colaboradora de Sálvame en una sincera entrevista en Lecturas que le ha hecho el periodista que mejor le conoce, Aurelio Manzano.

Lejos de echar balones fuera sobre su problema, Fran se muestra inmisericorde consigo mismo: “Llegué a tocar fondo y rocé el infierno con la bebida. Eso me llevó también a coquetear con otro tipo de sustancias. Fue mi mayor desgracia”. Reafirma que él, y solo él, fue el culpable de caer en ese pozo sin fondo de la bebida y las drogas asegurando ya había entrado en él cuando se casó con Belén. A propósito de esa unión, no duda en manifestar que “Mi matrimonio fue un grave error… Juntos éramos una bomba de relojería”. Como decíamos, los desencuentros entre ambos se producían a una velocidad de vértigo. Cuando eso ocurría, cuenta el camarero que la Esteban le echaba de casa y, posteriormente, enviaba a Toño a buscarle. Sin duda, esto da una idea de la comunión que existía entre el manager y su representada. Unidos en aquellos días en lo bueno y en lo malo, en lo profesional y en lo personal, una dependencia inusual.

Realmente tocados estaban Fran y Belén cuando ambos acordaron poner en práctica una solución que les llevó directamente al precipicio. La Esteban, conocedora de los problemas de alcohol de su marido, decidió que lo mejor era que se apartara de su trabajo. Como se recordará, regentaba un bar propiedad de su familia. Él aceptó y se quedó en casa, separado de los suyos y sin ingresos económicos propios. Al respecto, explica que su ex mujer quería “tenerme en una jaula de oro para que dependiera de ella económicamente”. El problema fue que con los altibajos de carácter de Belén, había días en que Álvarez no tenía dinero ni para coger el autobús y debía recurrir a su padre para que le echara una mano. Así las cosas, no es extraño que su familia le instara a que abandonara una relación tóxica y viciada.

Si hay algo que ha dolido a Fran es que Belén le haya hecho responsable de fomentar su adicción cuando empezó el proceso de desintoxicación: “Es mentira”. Y lanza un mensaje contundente en el sentido de que cada palo aguante su vela: “Cada uno es responsable de lo suyo”. Refuerza así la frase pronunciada en una entrevista tiempo atrás, en el sentido de que el coche ya venía defectuoso de fábrica, también el que él conducía. El camarero ni olvida ni perdona que su ex haya arremetido contra su familia dado que siempre se mantuvieron al margen y jamás han intervenido en sus problemas a nivel mediático. Le hubiera gustado que la Esteban observara el mismo respeto que él en relación a que nunca se ha pronunciado sobre su madre o hermanos. De la entrevista a Lecturas se desprende que a Fran Álvarez no le ha valido la pena haberse unido a la rubia y que han sido años desperdiciados: “Aunque hubo momentos muy bonitos, fueron más los malos”. La amistad entre ambos es algo imposible y se mantiene firme en que lo mejor es “que cada uno siga con su vida y sin mirar atrás”.

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