Paz Padilla muestra su verdadera cara al pronunciarse sobre un espinoso asunto
Paz Padilla tiene un fuerte carácter y no duda en sacarlo cuando algo no le gusta. Sin embargo, esta vez ha ido un paso más allá provocando la incomodidad de algunos con su comportamiento.
Paz Padilla está destrozada por el fallecimiento de Chiquito de la Calzada. Ambos mantenían una buena amistad. Sin embargo, el adiós del cómico ha hecho que la andaluza muestre su verdadera cara en relación a la prensa del corazón, pues se ha mostrado enfadada y contrariada ante las informaciones a propósito de la herencia de Chiquito.
Incluso ha llegado a ir contra sus compañeros afeándoles su trabajo. Nada que ver con su comportamiento cuando Isabel Pantoja estaba en prisión, que no dudó en alzar su voz para manifestarse sobre la situación de la tonadillera. Sin duda, Padilla se ha tomado el asunto muy a pecho. Así las cosas, los tertulianos, antes de aportar información u opinión, manifiestan que ya saben que a ella el tema le incomoda pero que tienen que llevar a cabo su cometido.
Lo cierto es que el comportamiento de Paz en relación al tema de Chiquito es incomprensible. La cómica parece dar a entender que solo ella está autorizada a hablar sobre el asunto porque conoce la verdad y también porque su amistad la avala. Lógicamente, su proceder molesta a sus compañeros, pues no les quita el ojo de encima y hace muecas cuando abordan la cuestión.
Y ya rizando el rizo, ayer se metió con Manolo Medina, que intervino en Sálvame para aclarar su papel en el velatorio del cómico. Se encaró con él para preguntarle qué buscaba con su aparición y dejarle muy claro que no estaba bien que contara detalles de los últimos días del querido artista. Manolo le contestó que había salido a la palestra para defenderse y porque desde el programa lo requirieron. Sin duda, lo de Padilla es tirar piedras contra su propio tejado y lo demás son cuentos.
Paz debería hacer examen de conciencia y decidir si continúa en Sálvame o no. Es de sobra conocida su animadversión a la prensa del corazón. Así las cosas, su participación en el programa es, cuanto menos, pura contradicción. Por otro lado ha dejado muy claro que no tiene el menor interés en establecer lazos fraternales con sus compañeros, que ella está allí para presentar y nada más. Sin duda, una actitud muy hostil que no pasa desapercibida entre los tertulianos.
Ciertamente, Padilla tiene un carácter fuerte y, en ocasiones, se muestra muy altiva. Se equivoca si cree que está a salvo de quedar marcada por Sálvame parapetándose en sus labores de conductora ya que siempre que le apetece, mete baza en los contenidos a tratar. Le gustará o no pero la realidad es que el público asocia su rostro al programa vespertino de Telecinco. “No es más triste la verdad, lo que no tiene es remedio”, cantaba Serrat.