Ana Rosa Quintana se venga de María Teresa Campos dándole donde más le duele
Las relaciones entre Ana Rosa y María Teresa son tensas. La Campos ni olvida ni perdona la jugada que su rival le hizo. Sin embargo, Ana ha movido ficha dejándola fuera de juego. Tormenta.
El polígrafo de Terelu Campos ha dado para mucho, y lo que te rondaré, morena. Porque lo peor llegó el lunes, día en que los programas de universo Telecinco que abordan el corazón tocaron el tema. El programa de Ana Rosa fue el primero hacerlo. Mientras que Alessandro Lequio puso la nota divertida centrando el interés en la mantita utilizada por Terelu y su acompañante bajo la que se perpetró el alivio, Paloma García-Pelayo se puso seria para expresar que le daba pena ver a su amiga en esa tesitura porque sabe que ha luchado mucho para obtener el reconocimiento profesional que merece y ese tipo de actos le restan. Aseguró que respetaba su decisión pero que no la compartía. Sin duda, Paloma sabe de lo que habla. Y es que no es más triste la verdad, lo que no tiene es remedio, que cantaba Serrat.
A nadie se le escapa que la hija de María Teresa Campos ha dado un giro radical a su proyección en los medios convirtiéndose en lo que años atrás repudió. Se ha metido en una espiral que la está llevando a un punto sin retorno. Su imagen pública va perdiendo enteros a medida que se adentra en los pantanos del todo vale para salir adelante. Cierto es que la vida es lucha y que hay que llegar a fin de mes, pero ¿a qué precio? En su caso, le está costando la buena imagen que tenía. De ser una mujer que se cuidaba y elegía lo que quería exhibir, ha pasado a mostrar aspectos de su vida que sorprenden. Aquí no se trata de machismo ni de feminismo. Esto va de la metamorfosis de una presentadora que se ha convertido en colaboradora y que participa de un juego en el que tiene todas las de perder.
Fue Kiko Matamoros quien en su adiós habló muy a las claras del precio a pagar por estar en Sálvame. Puntualizó que ni en la cadena les tenían en consideración y puso como ejemplo que jamás los invitaran a Pasapalabra. También manifestó que cuando el programa se acabara, nadie los iba a contratar porque su imagen estaba completamente devaluada. Que participar en las tardes de Telecinco pasa factura queda más que claro en el caso de Jorge Javier, que siendo uno de los rostros más conocidos de la televisión, no hay firma que apueste por él para protagonizar una campaña publicitaria con cara y ojos.
Ana Rosa Quintana está más que molesta con lo que sobre ella dijo María Teresa Campos en el Chester. Según ella, antes de abandonar Telecinco, su rival ya había firmado contrato con la cadena. Ana contestó advirtiéndole que mejor no remover ciertas cosas porque pueden explotar en la cara a quien lo hace. Sin embargo, su gran venganza la consumó este lunes cuando, a diferencia de otras ocasiones, no sacó la cara por Terelu y su polígrafo de marras. Sus tertulianos se explayaron a gusto, tal como hemos explicado en párrafos anteriores.
Terelu ha tenido ración doble del caldo Deluxe. En Sálvame también le han atizado y la cosa promete durar varios días, siempre y cuando la audiencia funcione. El programa no consigue remontar el vuelo y de ahí esos giros de tuerca que ponen a algunos colaboradores contra la pared. Las Campos luchan por mantenerse a flote en Telecinco. Sin embargo, en su horizonte no asoman proyectos de esos que dan solera profesional. Es cierto que María Teresa tiene contrato de cadena pero con un caché bajo, de ahí el compromiso de participar en algunos espacios de Telecinco.