El impresionante "secreto" sexual que separa a Don Juan Carlos y Doña Sofía
Mucho se ha hablado del gusto por las mujeres del Rey emérito. También del número de hijos ilegítimos que habrían resultado de algunas de estas relaciones. Tenemos el número exacto.
La relación de los reyes eméritos fue un desastre desde su noche de bodas. Don Juan Carlos siguió las instrucciones de Franco y aceptó a desposar a la entonces princesa de Grecia. El dictador quería atar en corto a aquel príncipe con una pasión desbordante. Un punto que siempre se ha disfrazado otorgándole el calificativo de “mujeriego”.
Sin embargo, en informes realizados en la década los sesenta, a petición de las más altas jerarquías del país, la cuestión se expone con total crudeza: “En esta etapa se observa una mayor dedicación a su obsesión o adicción sexual en relación con la anterior”. Esta reveladora cuestión la encontramos en Juan Carlos I. El rey de las cinco mil amantes. Un libro escrito por Amadeo Martínez Inglés y publicado por Chiado Editorial. Según el autor, debido a las presiones recibidas y para evitar represalias, sus editores decidieron que se imprimiera en Portugal.
Durante años mucho se ha hablado acerca del número de hijos que tendría el rey Juan Carlos. Dos de los supuestos Borbones tuvieron cierta proyección pública cuando trascendió a los medios que iban a iniciar acciones judiciales para que se despejara la incógnita sobre su filiación. En 1956, el príncipe de España conoció a Liliane Sartiau en París iniciando entonces una buena amistad. Diez años más tarde, nació su hija Ingrid, quien lleva el apellido Sartiau. Ingrid siempre dio credibilidad a lo que su madre le explicó a propósito de su verdadero progenitor. Acudió a los tribunales tras el escándalo de Botswana aportando diversas pruebas, entre otras, un ADN del 99,9% de probabilidad. Sin embargo, según explica Amadeo Martínez Anglés, de nada sirvió porque el Tribunal Supremo, en el 2015, desestimó su petición negándose a investigar el asunto. Idéntica suerte corrió Albert Solé Jiménez.
Entre 1955 y 1959, época en la que don Juan Carlos estaba sujeto a la disciplina de las Fuerzas Armadas, un total de catorce mujeres, bien ellas personalmente o a través de familiares, “se personaron ante diversas autoridades castrenses informándolas de estar embarazadas o haber tenido ya un hijo/a como fruto de sus relaciones íntimas y consentidas con el príncipe Juan Carlos”, puede leerse en Juan Carlos I. El rey de las cinco mil amantes. El autor, teniendo en cuenta estas catorce peticiones, más las de Ingrid, Albert y contando a Paola, hija de Olghina de Robilant e incluyendo “los presuntos embarazos tanto de su primera amante, María Gabriela, como de la última, Corinna, nos acercarían a la veintena de posibles hijos bastardos del ex rey español Juan Carlos I, sin duda el número uno indiscutible en el ranking de reyes promiscuos y golferas”.