El gran negocio que se esconde tras la boda de Ana Boyer y Fernando Verdasco
El tenista y la celebrity han matrimoniado en una exclusiva isla del Caribe. El enlace ha estado blindado para que nada ni nadie pudiera romper la exclusiva. Una boda de lo más lucrativa.
La boda de Ana Boyer y Fernando Verdasco ha sido un negocio organizado al milímetro. Todo se realizó con el fin de salvaguardar la millonaria exclusiva. Los invitados sabían que asistían al enlace pero ignoraban dónde iba a celebrarse. Sin duda, esto causó malestar porque se trataba de los más íntimos de la pareja, amigos y familiares. Entonces, ¿a qué tanto recelo? Así las cosas, los malos rollos empezaron pronto.
El sí quiero de la celebrity y el tenista estuvo esponsorizado de principio a fin. Además del reportaje, también el vestido de la novia, el hotel y la estancia en el mismo. Los gastos del viaje corrieron a cargo de los invitados, que tuvieron que ingresar el importe de los billetes de avión en una cuenta corriente. Sin embargo, cuando trascendió que la novia pagaba el viaje de algunas amigas, se armó el belén.
Mustique fue el refugio escogido por la princesa Ana de Inglaterra para olvidarse del mundo. Allí compartió fiestas salvajes con Mick Jagger y otros VIPS de la época. Se ha filtrado que la isla guarda un importante recuerdo sentimental para la novia porque allí pasó muy buenos ratos con su padre. Sin embargo, según quien bien conoce el paño, el tema emotivo puede traducirse en una cuestión práctica. Ni más ni menos que el lugar ofrece el resguardo necesario para una exclusiva.
Las cosas se torcieron entre Isabel Preysler y su hija cuando Mario Vargas Llosa entró en su vida. Entonces empezaron los rumores acerca de que la filipina y el peruano habrían empezado su amistad en vida de Miguel Boyer. Un supuesto que jamás ha sido despejado pero que hizo mella en Ana, que no entendió que su madre se mostrara junto a otro hombre estando el fallecimiento de su padre tan cercano. Sin embargo, de puertas para afuera, mantuvieron las formas. Poco tiempo después, Anita abandonó la casa materna para instalarse junto a Fernando en un piso de alquiler.
Los Boyer están horrorizados del cambio que ha dado Ana. Siempre se dijo que picaba del tema celebrity pero que tenía claro que iba a cumplir lo prometido a su padre, que se labraría un futuro profesional por sus propios medios. Empezó en una empresa pero abandonó para seguir a Fernando Verdasco por el mundo. Sin duda, un giro espectacular para la que se había vendido como un auténtico cerebrito con grandes inquietudes intelectuales.
Ana y Fernando van a fijar su residencia en Doha, donde al tenista le regalaron una casa a cambio de promocionar el destino. A ésta hay que añadir otras ventajas económicas, como la relajación fiscal que observan las autoridades de Qatar con los rostros famosos con quienes cierran acuerdo. Vivir en esa zona del mundo le saldrá al deportista prácticamente gratis dado que los gastos corren a cargo del anfitrión.
La hija de Miguel Boyer no posee una gran fortuna personal. Lo que heredará de su padre tiene que repartirlo con sus dos hermanos, Laura y Miguel, y no se estima en mucho. Hasta ahora ha ido viviendo de lo que ganaba en su faceta de celebrity. Tiene un caché alto y es un rostro que gusta a las firmas de alto standing. Sin embargo, en los últimos tiempos, la crisis ha hecho que los contratos disminuyan. Así las cosas, Fernando Verdasco, aconsejado por los suyos, ha querido que su matrimonio se rija por separación de bienes.