Una demanda pone al descubierto la millonada que ingresa "Sálvame" en publicidad
Es uno de los programas que más demandas acumula por intromisión en el derecho al honor. Sin embargo, también es una máquina de hacer dinero para Telecinco. Cifras de vértigo que desvelamos.
Sálvame es uno de los buques insignia de Telecinco. Llevan ocho años en antena y ha brillado con luz propia en las tardes de la televisión nacional. Ahora acusan un descenso del share que muchos auguran será su final. De hecho, todo lo relativo a la cadena que dirige con gran acierto Paolo Vasile está en el aire por la guerra que mantienen Berlusconi y el grupo Vivendi para hacerse con el control del gigante Mediaset. Será en el primer trimestre del año que viene cuando se conocerá el ganador.
En estos días, Sálvame ha conseguido remontar el vuelo gracias al culebrón que protagonizan Gustavo González, María Lapiedra y Marc Amigó. Un asunto que ha enganchado a la audiencia y que significa un respiro para La fábrica de la tele, muy tocada por el descenso de espectadores de sus espacios. Cámbiame está en la cuerda floja y, por más que lo intentan, no coge aliento. El Deluxe vive sus horas más bajas y hace tiempo que agoniza.
El último varapalo judicial que ha recibido Telecinco ha sido a causa de Sálvame y el Deluxe. Tal como informamos en exclusiva en ESdiario, Raúl Gordo acudió a los tribunales para defender su honor cuando le relacionaron sentimentalmente con Makoke.
La verdad es que de él se dijeron auténticas barbaridades, tal como puede constatarse en la demanda presentada por la letrada Cinthya Ruiz, número uno en cuestiones de Derecho al honor: “… Se transmite a la opinión pública la imagen de que se trata de una persona muy peligrosa y poco recomendable, calificando a mi representado, a quien se identifica por su nombre y apellidos, de ser una persona de muy mala reputación, un tío peligroso, traficante, que tiene un problema, que quería hablar pero que la cadena no lo puede contratar porque su política es no contratar a personas con antecedentes, que van a contar su vida enterita, que de gordo solo tiene el apellido (en velada referencia al tamaño de sus órganos sexuales), que lo único que tiene gordo son los antecedentes penales, que se ha quedado sin plató y sin tajá (pues según los demandados al actor solo le mueve el ánimo de lucro) y por último y sin venir a cuento, que es un bobo”.
Tal como suele suceder en estos casos, la parte demandante pide información acerca de los ingresos generados en publicidad por los programas que hayan tratado el asunto objeto del litigio judicial. En este caso, fueron seis, todas ocurridas en 2016. Sálvame, los días 12, 13, 14 y 15 de abril. Supervivientes, el 31 de mayo y 1 de junio.
Pues bien, el montante ingresado por la cadena en concepto de publicidad asciende a 2.070.835,59 euros. Sin duda, una cantidad de vértigo que demuestra que el espacio de las tardes de Telecinco es una máquina de hacer dinero a pesar de los pleitos judiciales que, como puede comprobarse, son peccata minuta, o tal parecen.