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La nueva amistad especial de Doña Sofía que sorprende a propios y a extraños

La Reina emérita también se ve sacudida por rumores de amigos especiales. Una situación que se ha repetido tres veces en su vida. Tres caballeros que aseguran le han dejado profunda huella.

La reina y sus amigos especiales

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El hecho de que Don Juan Carlos no haya sido un marido ocupado y preocupado por su mujer ha hecho que a ésta se le hayan adjudicado amigos especiales. Sí, como lo leen, Doña Sofía también ha tenido que lidiar con los rumores de alcoba. Por supuesto, muy a su pesar porque es algo que no entiende el alma naif de esta reina formada en la disciplina germana.

La periodista Pilar Eyre puso el dedo en la llaga hace ya un tiempo en la buena entente que había empezado a cuajarse entre Doña Sofía y Alfonso Díez, conocido por ser el viudo de la duquesa de Alba. La unión dio mucho que hablar por las diferentes formas de entender la vida que ambos tenían.

Cayetana Fitz-James Stuart quedó prendada de Alfonso y no paró hasta salirse con la suya. Aquello provocó un cisma en la Casa de Alba de los que hacen época. Los hijos de la duquesa intentaron que no diera un paso que temían la convirtiera en el hazmerreír. Sin embargo, ella movió cielo y tierra hasta conseguir lo que quería.

Y volviendo a doña Sofía, Pilar Eyre retoma el tema de Alfonso esta semana en su blog de Lecturas recordando que fue tras el funeral de Cayetana, el viudo de la duquesa le envió una carta agradeciéndole su apoyo en tan duros momentos. Ella contestó y “de ahí…”, dejaba en el aire la periodista la cuestión.

Pues bien, nuevamente Eyre se hace eco del asunto a propósito de la información que Vanitiy Fair, en su edición italiana, publica y titula: “La tierna amistad de Doña Sofía y Alfonso Díez”. Pilar analiza la cuestión y aporta su opinión: “Él es obvio que se siente atraído por las mujeres de más edad (63 años frente a 79), y ella está necesitada de afecto y apoyo. Veremos si esta relación se queda así, en la dulce intimidad de dos almas solitarias, o si se convierte en una unión sólida, con futuro, y sobre todo, pública. Yo, particularmente, me alegro al ver que la vida, y el amor, cualquier día pueden comenzar de nuevo”.

No es la primera vez que a Doña Sofía se le adjudica una conexión especial con un caballero. En tiempos, mucho se habló de la atracción que sentía por Juan José Benítez. Se dice que el periodista estaba enamorado de la reina, que le compuso un soneto y que organizó la adquisición de un regalo que a ella le encantó, una piedra de 3.000 kilos que, quien vendió, afirmaba habían enviado los incas desde algún planeta sin especificar.

Con el violonchelista Mstislav Rostropóvich mantuvo la reina emérita una amistad que solo la muerte finalizó. Él estaba felizmente casado con la soprano Galina Vishnevskaya pero eso no impidió que los rumores les cercaran. Jamás permitió doña Sofía que la buena entente entre ambos se rompiera por dimes y diretes, con la complacencia de Irene de Grecia, siempre partícipe de estos momentos tan gratos para su hermana y el músico.