Gustavo González toca fondo y se confiesa hundido por culpa de María Lapiedra
El culebrón entre el paparazzi, la pornostar y su marido sigue en todo lo alto. Sin embargo, Gustavo empieza a desconfiar de la actitud de su amada y así lo ha manifestado a sus íntimos.
Gustavo González ya no puede más. La verdad es que no creía que el culebrón que protagoniza con María Lapiedra y Marc Amigó fuera a dar tanto de sí. El periodista se confiesa muy mal anímicamente y completamente sobrepasado por la situación. La verdad es que no puede disimularlo porque ya son varias las veces en que ha perdido los nervios por culpa de esta cuestión.
Hace unos días, el paparazzi hablaba con alguien de su confianza y manifestaba no tener nada claro lo suyo con María. El proceder de la ex pornostar le desconcierta y no comprende que estire tanto un hilo que a él le causa un profundo dolor. Por otro lado, sospecha que las cosas entre su amada y su todavía marido no son como ella las cuenta. Tiene indicios que confirman la entente cordial entre los cónyuges.
Durante años, Gustavo ha sido el depositario de los secretos de Lapiedra. Sufría cuando le explicaba que Marc Amigó era un hombre muy frío que no la escuchaba. También describió situaciones de alto voltaje que le preocuparon. Es por eso que no le cuadra que ahora que podría iniciar una nueva vida, María siga jugando al ratón y al gato.
Lo cierto es que nadie entiende cómo Gus se ha prestado a seguir en Sálvame haciéndole el caldo gordo a María y su marido. Quienes le conocen saben que su subsistencia no depende de las cuatro colaboraciones que tiene contratadas con el programa vespertino de Telecinco. Es dueño de una agencia de prensa de donde provienen los ingresos importantes. Sin duda, raro, raro, raro.
Mientras tanto, Lapiedra no para de hacer amigos en los medios. Son constantes sus dardos contra tertulianos y periodistas que le llevan la contraria. No ha dudado en decir auténticas barbaridades para defender su postura. A María Patiño le espetó que era “fea” y que siempre había estado “enamorada” de Gustavo. Tres cuartos de lo mismo ocurrió con Gema López. Y así un suma y sigue de damnificados que va dejando en el camino.
Lejos de pensar en dar un paso atrás, la ex pornostar quiere seguir en el candelero mientras la cuestión siga funcionando a nivel de share. Le da igual lo que tenga que escuchar. Para ella, lo importante es que el foco la alumbre. Por su parte, Marc Amigó ejerce de conductor solícito para María y sus hijas dado que ella no tiene carnet, pues perdió todos los puntos.
De momento, en Sálvame están respetando el pacto que hicieron con Gustavo González acerca de que no darían voz a otras féminas que reclaman haber estado con él. Está por ver si todo seguirá igual cuando el show con Lapiedra deje de ser valorado por la audiencia. Otro frente abierto es el divorcio con su mujer, que no ha abierto la boca pero que va a por todas en cuanto a la división del patrimonio amasado durante los treinta años de convivencia.