Chayo Mohedano, tocada y hundida tras la última y grave acusación de Sálvame
Desde Sálvame no dan tregua a Rosario Mohedano. La tienen en el punto de mira y no le dejan pasar ni una. La sobrina de Rocío Jurado ya no puede más. Está rota y con el alma hecha jirones.
Chayo Mohedano no puede más. El último ataque de Sálvame la ha dejado tocada y hundida. Fue ayer cuando desde el espacio de las tardes de Telecinco la liaron al abordar la actuación que la cantante realizó el pasado fin de semana en El Membrillo, Toledo. Hasta allí se desplazó un equipo del programa con intención de acceder a la sala donde iba a llevarse a cabo el concierto. Enterada Rosario de la cuestión, se negó.
Como era de esperar, el equipo de Sálvame armó ruido para que los vecinos de El Membrillo se enteraran de lo sucedido. La cosa se lio y Chayo, nada más subir al escenario, habló sobre lo sucedido: “He decidido cantar, he decidido no ir a ningún programa de televisión y llevo seis años diciendo que no a todo lo que me ofrecen. Estamos permitiendo que entren (Sálvame) aquí a grabar. No me importaría si luego no fuera para machacar mi trabajo, que es lo que me da de comer, a mí y a mis hijos. Por poco que sea, prefiero mil veces venir aquí y patearme España entera”.
Lejos de dejar las cosas como estaban, los colaboradores de Sálvame se explayaron a gusto. Kiko Hernández respondió a Chayo acerca de su afirmación de no acudir a ciertos programas de televisión: “Que tú no has dejado ningún programa de televisión, que te han echado, a ti y a tu madre, por demandar”. El colaborador echó la culpa de lo sucedido a la cantante por negar el acceso al recinto al equipo de Sálvame: “No les dejó entrar y se montó la que se montó porque mete la pata en el escenario. Se le cae el micro, se le caen las bragas… Yo qué sé”. Mila Ximénez también opinó sobre Rosario: “No es artista”.
Y por si lo anterior no fuera suficiente, desde Sálvame dejaron caer que la contratación de Rosario por parte del ayuntamiento de El Membrillo era debida a que el teniente de alcalde encargado de los festejos era cuñado del manager de la cantante. También explicaron que no entendían como un pueblo de 203 habitantes había pagado 3.000 euros por una actuación de Chayo. Les pareció algo totalmente desproporcionado.
En relación a la cifra desembolsada por el ayuntamiento de El Membrillo para el festejo, en Estando Contigo, Saúl Ortiz reveló que la cantidad total fue de 2.500 euros. 1.200 a repartir entre Rosario, Carlos Vargas y el pianista que les acompaña. El resto fue para pagar al equipo técnico y el grupo musical que actuó posteriormente. Como puede comprobarse, nada de cosas extrañas como quiso darse a entender.
Lo sucedido ayer en Sálvame ha despertado una corriente de solidaridad con Rosario Mohedano. Las redes sociales estallaron contra el programa pidiendo que parara lo que algunos definen como operación acoso y derribo. Ciertamente, no se entiende esta inquina contra una mujer que lo único que quiere es cantar y que no se mete con nadie.