Los auténticos motivos por los que la infanta Cristina sigue unida a Iñaki
A la hija de los reyes eméritos le han aconsejado una y mil veces que se separe de su marido. Cristina siempre ha dicho no. ¿Qué la retiene junto a Iñaki? Te lo contamos y vas a flipar.
La infanta Cristina se mantiene firme en su decisión de seguir al lado de Iñaki Urdangarín. En este sentido, han sido varios los miembros de su familia que le han aconsejado que se divorciara del hombre que puso en jaque a la Corona al punto de provocar un terremoto. Sin embargo, ella siempre se ha negado.
Ni el hecho que durante la instrucción del caso NOOS saliera a la palestra la sombra de una infidelidad consiguió que Cristina de Borbón se moviera ni un ápice. Es más, para algunos se diría que, desde entonces, se ha mostrado más cercana, si cabe, a su reprobado marido. Visto lo visto, quienes intentaban hacerle comprender que continuar con la relación acabaría arrastrándola por el fango, desistieron.
Cuando Cristina conoció a Iñaki estaba ennoviado con una joven catalana. Aunque desde el clan Urdangarín negaron que tal cosa fuera cierta, la chica era una más de la familia y a todas luces era considerada como novia oficial. De ahí que ella fuera la primera sorprendida cuando se empezó a hablar del romance real.
Lo cierto es que mucho se ha hablado y escrito acerca de los verdaderos motivos por los que la hija de los reyes eméritos sigue unida a su marido. Siempre se ha dicho que está muy enamorada y que no concibe su vida sin él, además, les unen cuatro hijos. Está claro que algo muy especial tiene Iñaki que mantiene a Cristina hechizada.
Pues bien, el misterio ha quedado resuelto gracias a Pilar Eyre, que ha revelado el secreto del éxito de Iñaki en su blog de Lecturas. Su fuente, un estilista que, curiosamente, atendía a Shakira y a la infanta. “Durante muchos años un peluquero que trabajaba por libre las atendía a ambas en casa. A Shakira, con la melena destrozada por las extensiones y los tintes, le obligó a prescindir de postizos y le aplicó un tratamiento japonés.
Cristina tiene buen pelo, pero a quién no ha podido olvidar el peluquero es a Iñaki cuando se paseaba con calzoncillos boxer y torso desnudo por casa: «Llevaba el pecho depilado y veías aquella piel dorada, sus músculos de acero, su tableta de chocolate…y su… uf… No me extraña que la infanta lo mirara con ojos de carnero degollado»”.
Sin duda, ante los encantos de Iñaki, normal que la infanta hiciera oídos sordos a quienes le insistían en que le dijer adiós. Cualquiera se resiste a semejante adonis. Por supuesto, la infanta Cristina no. En eso es tajante. “No sin Iñaki” podría titularse uno de los capítulos más convulsos en la vida de la hija de los reyes eméritos.