Doña Sofía teme lo peor al ver que la infanta Cristina está al límite
Los Reyes Eméritos están muy preocupados por su hija mediana. Se acerca el momento que Cristina de Borbón jamás creyó que llegaría y nadie sabe cómo pude reaccionar. Un auténtico drama.
La infanta Cristina está en su peor momento. Si durante todo este tiempo ha ido tirando, ahora se ha derrumbado completamente. Se acerca una fecha fatídica para ella y más para su marido. El próximo 21 de marzo el Supremo revisará las condenas impuestas a los implicados en el caso NOOS. En relación a Iñaki, sobre él pesan seis años y tres meses de prisión.
Todo indica que el yerno de los Reyes Eméritos no va a conseguir que le reduzcan la pena. Así las cosas, su mujer está hundida. Cristina confiaba en que esto no llegaría a suceder. Creyó que los hilos se moverían y podría vivir, ni que fuera en el exilio, con su familia. Sin embargo, en este caso, parece que la Justicia va a ser igual para todos.
No fue casualidad que los Reyes Eméritos al alimón acompañaran a Iñaki Urdangarín en el que parece será su último cumpleaños en libertad. Desde entonces, tanto doña Sofía como don Juan Carlos no dejan de estar pendientes de la pareja. La Reina, como cualquier madre, está volcada en su hija. Teme su reacción cuando su yerno traspase la reja de prisión para vivir en una celda.
Cristina e Iñaki, el fin muy cerca está
Quienes conocen a la infanta aseguran que no está preparada para separarse de Iñaki. Ella sigue parapetándose en que él es inocente y que le están utilizando para enviar un mensaje ejemplarizante a la sociedad española. Es cierto que es una mujer fuerte, la más pragmática de los tres hermanos, pero también es puro sentimiento en cuanto al padre de sus hijos. De hecho, hasta ha pasado por alto unas infidelidades que cometió cuando vivían en Barcelona y que los correos electrónicos aportados durante la investigación de NOOS revelaron.
En cuanto al Rey Emérito, está inmerso en la tarea de diseñar la nueva vida de su hija. Ya le ha aconsejado que una vez su marido esté en prisión, lo mejor será que regrese a Madrid, donde no le faltará nada y estará arropada por su madre, su hermana y también por él. Este cambio le permitirá tener acceso a los actos estrictamente familiares que organicen don Juan Carlos y doña Sofía. Eso sí, no se hará alarde público de su presencia en Zarzuela porque el Rey y la Reina no lo permiten para que la Corona no se vea afectada por más polémicas.
Aunque Cristina de Borbón asegura que no está para nada, el nerviosismo ha hecho mella en ella al punto de afectarle a su vida diaria, sus padres se han propuesto que traslade su residencia a Madrid. Saben que quedarse en Ginebra sería arriesgado pues nadie sabe de lo que puede ser capaz una persona en situación límite. Y en el caso de la infanta, lo está, y mucho.
Otra de las ventajas que ofrece Madrid es que a Cristina le sería más fácil visitar a su marido. En este punto, ya ha anunciado su intención de ir a prisión a hacer lo que se conoce como comunicar. Sus seres queridos intentan disuadirla porque menuda papeleta. Sin embargo, no sería extraño que en este caso pudiera gozar de algún privilegio que se limitaría a que los encuentros con Urdangarín se produjeran alejados del resto de visitantes y presos.