El impresionante secreto sexual que une al Rey Emérito y Gustavo González

El Rey Emérito ha visto como en el otoño de su vida sus secretos quedaban al descubierto. En un libro escrito por Amadeo Martínez Inglés, Juan Carlos I. El rey de las cinco mil amantes (Chiado editorial) se mete el dedo en la llaga en una espinosa cuestión sobre la afición desmedida del soberano al sexo femenino.

El adjetivo que durante años se ha empleado para señalar a don Juan Carlos ha sido el de “mujeriego”. Sin embargo, ya en tiempos de Franco se hablaba claro sobre la cuestión: “En esta etapa se observa una mayor dedicación a su obsesión o adicción sexual en relación con la anterior”, escribe Martínez Inglés en su libro tras acceder a uno de los informes que los servicios secretos de la época hacían llegar periódicamente al dictador.

Y cuando parecía que nadie podía ni acercarse a las andanzas del Rey Emérito, aparece en el horizonte un serio competidor. Nada más y nada menos que Gustavo González, todo un auténtico sex symbol patrio al que se le atribuye un harén. Y es que desde que anunciara su separación matrimonial, no dejan de salir mujeres relacionadas con él.

A la eterna novia del paparazzi, María Lapiedra, se unen otros nombres conocidos: Sonia Moldes, ex de Alessadro Lequio, Amina Cherrid, en tiempos amiga de Cayetano Martínez de Irujo, Tamara García, ex de Kiko Rivera, Nuria Bermúdez, Yola Berrocal... Después están las no conocidas, de momento, según Terelu Campos, una colombiana instalada en Madrid y una íntima amiga de la ex mujer de Gustavo González.

Gustavo y el Rey Emérito, unidos por su afición a las mujeres

Sin duda, si se confirma que el colaborador de Sálvame ha tenido algo con una íntima de la madre de sus cuatro hijos, ya sería el colmo. Según Kiko Hernández, la dama en cuestión formaba parte de un grupo de amigos que se reunía en la localidad donde veraneaba Gustavo con su familia. Eran cinco matrimonios que compartían lo que parecían aficiones de lo más fraternales.

Gustavo González no ha podido gestionar peor este embrollo íntimo que le atañe. Lo lógico hubiera sido desaparecer de la televisión mientras el viento soplara en contra. Sin embargo, parece que solo escucha a la ex pornostar, deseosa de permanecer en el candelero. Jamás se vio en otra igual y no quiere bajarse del globo.

Al igual que don Juan Carlos, Gus ha dejado completamente desprotegida a su familia. Pura contradicción la importancia que afirma da a los suyos y su proceder en los medios. Afirma estar harto del tema pero ayer se fue a Cámbiame. También dijo que jamás se sentaría en el Deluxe, y lo hizo. ¿Qué será lo próximo? ¿Supervivientes? Todo indica que se siente feliz como personaje y le compensa. De hecho, a veces se le escapa una sonrisita de lo más aclaratoria.