La actitud de Paloma Rocasolano rompe en pedazos el corazón de la Reina Sofía
Siguen trascendiendo detalles de la bronca y posterior reconciliación entre las dos Reinas de España y ha visto la luz el acuerdo prematrimonial que más miedo puede darle a Doña Letizia.
El sonado conflicto de la Reina Letizia y la Reina Sofía ha mostrado una realidad bien distinta a la que se venía viendo en los últimos años: la difícil relación entre suegra y nuera. Las imágenes de la salida de la Misa de Pascua evidenciaron la situación tan tensa que mantienen ambas Reinas desde hace años.
Aunque mucho se ha hablado sobre este hecho, no había sido hasta ahora cuando podíamos ver claramente que la esposa de Don Felipe no se lleva bien con la Reina Emérita. Más allá de esto, seis días después la Familia Real mostró una imagen muy distinta. La Doña Letizia y Doña Sofía aparecían juntas y muy sonrientes a la entrada del hospital donde permanecía ingresado el Rey Juan Carlos tras su operación de rodilla.
Una "paz" que ha llamado mucho la atención a dos periodistas especializadas en Familia Real. Mariángel Alcázar ha analizado en Lecturas el trasfondo de esta disputa familiar: "La Reina Letizia, desde sus tiempos de princesa, se considera más una alta funcionaria del Estado que miembro de una familia real, por lo mantiene una barrera muy clara entre su vida oficial y su vida privada".
La "sumisión" de Rocasolano perjudica a Doña Sofía
Es más, para Alcázar, la diferencia que haría Letizia entre las abuelas es algo que duele mucho a la Reina Sofía: "La madre del Rey se ha sentido desplazada y más cuando hay constancia de que Rocasolano se queda al cargo de Leonor y Sofía cuando su madre está fuera. La razón es que la madre de Letizia cumple estrictamente con las directrices de su hija en materia de alimentación y horarios mientras que la Reina Sofía tiene su propio criterio".
Una teoría que refuerza Pilar Eyre en las mismas páginas de Lecturas: "Cuando nacieron Leonor y Sofía, la abuela creyó morir de felicidad"; "Pretendía cuidar de sus nietas personalmente como había hecho con sus hijos"; "Letizia se hartó, contrató una enfermera especializada en recién nacidos para las niñas y la burbuja de felicidad estalló la tarde en que Doña Sofía se presentó en la casa con una caja de juguetes que habían sido de sus hijos. "Vengo a ver a mis nietas", le dijo a la niñera que le abrió la puerta. "La señora ha salido...", le contestó ésta y cuando la Reina iba a entrar, la pobre chica tuvo que ponerse de escudo humano. "Usted no está en la lista de personas autorizadas a venir en su ausencia".
Una relación muy distante entre abuela y nietas que habría llevado a las hijas de Don Felipe a ver a Doña Sofía como una extraña según Eyre: "Leonor y Sofía la miraban como a una extraña. Su 'abu' era 'la otra'. Paloma Rocasolano que prácticamente convivía con ellas".
Claro que, según la periodista, a "Doña Letizia se le ha hecho saber que su etapa de joven rebelde se ha acabado y que si se tiene que escoger entre ella y la institución, está clara la respuesta. Y esa opción la separaría de sus hijas, ya que el despacho de abogados Uría habría redactado un acuerdo prematrimonial por el que la custodia de las hijas recaía en el marido en caso de divorcio".
De ahí la rápida reconciliación, al menos pública, entre las dos Reinas para mantener la imagen de unidad que se rompió en Palma.