Anabel Pantoja destapa los "métodos" de Sálvame en un arranque de desesperación

Es un poco el modus operandi de algunos programas de Telecinco como Sálvame: llevar a invitados para criticarles todo lo que hacen en horario de audiencias millonarias y delante de todo el mundo. Si hacen una cosa porque la hacen, si no, porque no.

Y Anabel Pantoja dejó este martes al descubierto el truquillo del programa del corazón de Mediaset para tener a la audiencia enganchada tarde tras tarde.

En un arranque de desesperación la sobrina de Isabel Pantoja clamó con un "no entiendo nada" que dejó a los espectadores atónitos.

Todo comenzó porque Kiko Hernández dijo sentirse como "el tonto útil". Anabel le puso en contacto con Isa Pantoja para desmentir una información, el colaborador la creyó y, poco después, pudo confirmar que le había mentido. Sin embargo, Anabel mantiene la versión de su prima y niega haber 'conspirado' contra su compañero.

Pero Kiko no se lo cree. Se siente utilizado por Isa Pantoja y también de alguna manera por Anabel. El colaborador de Sálvame cree haber sido la persona a la que han utilizado para que Chabelita pudiera esquivar una polémica: la que le acusa de haberle sido desleal a su prometido, Alberto Isla.

El origen está en la Feria de Jerez, donde se vio a Isa junto a un chico, Tony. Tras días de polémica, él mismo confesó que pasó algo entre ellos y ella quiso zanjar especulaciones concediendo una entrevista gratuita a Kiko Hernández. Fue Anabel la que hizo de intermediaria, Kiko entrevistó a Isa pero, días después, Tony probó su historia.

Sin embargo, Anabel sigue negando la historia de Tony porque Isa mantiene su versión y niega haber urdido un plan para utilizar a Kiko Hernández en su beneficio. Sin embargo, el aludido lo tiene claro y la tensión desembocó en un duro enfrentamiento en el que Pantoja terminó estallando: "¿Qué queréis que diga? No me da la gana tirar tierra a mi familia, aunque os duela la voy a proteger hasta el último aliento".

Anabel se siente criticada haga lo que haga y no sabe qué hacer. Entre lágrimas, se preguntó gritando: "Si no tengo nada que aportar y no me expreso bien ¿para qué me traen?".