Peñafiel revienta la “clase” de Irene Montero y Begoña Gómez: “¡Qué asco!”

Todo el mundo quiere ser VIP. Esa es la conclusión a la que ha llegado Jaime Peñafiel en su columna de República, “empezando por Pablo Iglesias, un desclasado que, en cuento ha podido, se ha comprado un chalet con jardín y piscina y perrito que les guarde”.

Claro que tampoco se libra el “doctor Sánchez”, a su juicio, “un pobre socialista que, cuando se ha visto convertido en Presidente, aunque sea provisional, se comporta de manera ofensiva y ridículamente ostentosa”.

Algo que, recuerda, “demostró con motivo de la Cumbre España-Portugal, celebrada en Valladolid, cuando “el inefable inquilino de la Moncloa utilizó un helicóptero y un airbus” para ir a una ciudad que está a menos de una hora en AVE.

Mira que le cuesta tirarle flores a la Reina Letizia pero “frente a estos desclasados la consorte real que no suele ser un ejemplo de nada, para reunirse con su marido en Perú, lo hizo en un avión de línea regular de Iberia Madrid-Lima, regresando de la misma democrática y “vulgar” forma”.

El caso es que Peñafiel comprobó que todo el mundo quiere ser VIP con motivo de un viaje: “Nunca había visto una cola tan larga para acceder a las Salas Vip, en este caso, de la madrileña estación de Atocha abarrotada de viajeros de todo pelaje”.

Y aquí tira de ironía: “Yo creía que gracias a Sánchez y a Begoña pero, sobre todo, a Pablo Iglesias y a Irene Montero, España se estaba convirtiendo en un país más igualitario”.

Y es que, clama, “seamos sinceros: ¡qué gusto debe dar viajar en avión privado y no tener que esperar, pero, sobre todo y como hacen Pedro y Pablo, mezclarnos con la gente”.

En conclusión: “¡Qué asco! como diría la colaboradora del programa de Carlos Herrera, María José Navarro”.