La Pantoja, pillada en su momento más bajo: "Me cuesta hasta respirar"
Sale a la luz un documento donde la tonadillera, completamente desesperada, confiesa su hartazgo y frustración ante tantas traiciones.
No consigue Isabel Pantoja levantar cabeza. Cuando parece que ha salido de un atolladero o de un problema, le sobreviene un nuevo disgusto. El último, a cuenta de nuevas deslealtades en su entorno.
Tras el último escándalo dentro de Cantora, que acabó con el despido de Eduardo 'El Tato', la tonadillera ha vuelto a comprobar como otro de sus exempleados ha puesto precio a los secretos que se esconden dentro de la finca.
Pedro Torres, un amigo íntimo de la cantante, envió a Sálvame unos audios en los que se escucha a la tonadillera confesando su desesperación ante tantas traiciones: "Estoy hecha polvo, me cuesta hasta respirar". La última deslealtad que ha sufrido la cantante ha sido la de su empleada Paqui, que era de su máxima confianza: "Yo quiero mucho a esa persona y ahora me tengo que hacer la dura. Pero que luego me vaya poniendo así por detrás... Yo sería incapaz, no sé por qué hace esto". Además, expresa que su corazón "ya no es el mismo, ni yo soy la misma Isabel. El daño ha sido muy malo".
El amigo de Isabel asegura que Paqui es una de las "topos de Cantora", junto a otras dos mujeres llamadas Mari y Emilia, responsables de filtraciones de información a la prensa: "Estoy hecha polvo, no solo con Mari y con Emilia, por supuesto también con Paqui. Yo la he ayudado en comprarle ropa sin necesitarla y me he gastado nueve y diez mil euros. La he ayudado en lo que he podido. Y ella lo sabe", dice en los audios, en los que también aprovecha para agradecer a su interlocutor por haberle abierto los ojos.
"Con apartarla de mi vida tengo suficiente. No puedo estar al lado de una persona que me traiciona. No sé los tejemanejes que han tenido tanto Mari como Emilia. Si yo lo llego a saber antes, te aseguro que ninguna de las tres estaría a mi lado. Mi intención es arreglarlo todo de mujer a mujer, en privado, y ellas mismas se van a delatar", dice Isabel, que se muestra cansada de vivir estas situaciones: "Ya no pongo la mano por nadie. Ya está bien. Que hay mucha gente en la calle que necesita trabajo. Quiero tener lo que han dicho de mí, de mi hermano, de mi casa, las personas que han estado aquí y la que sigue viniendo aquí a mi casa. Quiero saber con quién puedo estar y con quién no".