Traicionada: una filtración colma la paciencia de Doña Letizia y paga Whatsapp
La Reina ha vuelto a disparar las especulaciones estos días con un gesto que muy pocos han entendido pero que tiene una explicación sencilla que no es la que podría parecer a simple vista.
Esta semana en su blog de Lecturas Pilar Eyre analiza por qué la Reina Letizia no viajó a Barcelona a pesar de que acaban de homenajear a su gran amigo Mariano Puig.
Sí que estuvo el Rey Felipe, pero para la periodista especializada en Casa Real quien tenía más motivos para agradecer era su esposa porque "Mariano Puig es el patriarca del Grupo Puig, que incluye Carolina Herrera y Nina Ricci, marcas fetiche de la Reina. Sus vestidos y complementos han estado a su disposición gratis total durante 14 años, y su ausencia llamó la atención de los presentes".
Para Eyre "Letizia se resiste a visitar Cataluña, no tanto por el clima de hostilidad de estos últimos tiempos, sino por la falta de discreción de las personas que frecuenta, algo que no ocurre en Madrid, donde se respetan los encuentros privados a rajatabla".
Y pone ejemplos de filtraciones sin importancia como "esa comida íntima en la que espetó en tono de riña a la anfitriona, que acababa de casar a su hija: “Espero que hayan vivido juntos antes del matrimonio” y que "la señora, que era del Opus Dei, lo contó muy disgustada a sus amigas".
Más ejemplos: "Cuando hizo modificar siete veces un biquini de Custo. O cuando vino a inaugurar la nueva sede de Puig, y obligó a cambiar el menú del exquisito catering en 24 horas".
En resumen, que Doña Letizia se siente "traicionada por estas indiscreciones", y "aquel grupo de amigas con las que iba a cenar y después de concierto vestida como una rockera ha desaparecido del mapa de sus afectos y de su whatsapp".