La hija más pequeña de Matamoros y Flores se aparece y tortura a su padre
Estamos acostumbrados a ver, escuchar y oír hablar de casi todos sus hijos; Diego, Laura, Anita. Pero hay una de las hijas del colaborador de Sálvame que hasta ahora estaba en segundo plano.
Kiko Matamoros aprovechó, como cada jueves, su espacio en Sálvame para hablar, entre otras cosas, sobre su familia. Y es que parece que le han dolido mucho las declaraciones que su hijo Diego hizo la semana pasada en el Deluxe. Es habitual ver como padre e hijo se tiran puñales por televisión porque la guerra abierta lleva años. Lo que no sabíamos es que al colaborador le afectaba tanto, ya que su rostro siempre serio y su supuesta felicidad con su novia Cristina Pujol no refleja el dolor que un padre siente cuando no tiene relación con sus hijos.
Al principio quiso tomarse con humor las acusaciones que su hijo Diego Matamoros hizo sobre él y confesaba: "No me gusta cómo viste, parece mentira que sea hijo mío". Poco tardó en encender la mecha y el colaborador de Sálvame le contestó de otra forma: "Que tu hijo te clave puñales, que haga negocio de pisotearte... No sé si la gente lo creerá pero he sufrido lo que no está escrito". Además, el exmarido de Makoke asegura que este tema le ha afectado tanto que: "No ha habido día que no me haya ido a la cama sin pensar en la situación con mis hijos".
No solo ha tenido conflicto mediáticos con Diego Matamoros, recordemos que cuando Laura Matamoros entró en la casa de GH DÚO, no tenía ningún tipo de relación con su padre. Además, tampoco tiene muy buena relación con sus otras dos hijas y quiso hablar por primera vez de Irene, su hija pequeña del primer matrimonio con. Y es que cuando se separó de Mariam Flores, esta era un bebé y asegura que es: "El peor recuerdo que puedes tener".
Ahora, ve imposible una reconciliación con su hijo Diego, son muchos los enfrentamientos que han tenido públicamente y según cuenta, ha sido mucho sufrimiento en soledad. Con la que sí que le gustaría tener un acercamiento es con Irene, que asegura que: "No es que vayamos a recuperar el tiempo perdido porque es imposible, pero espero que por lo menos intentemos reconocernos y, en la medida de lo posible, que me perdone".
Además, el colaborador de Sálvame se enfrenta a un nuevo mazazo personal y es que ha perdido por completo la visión de su ojo derecho, aunque considera que conserva aún la suficiente en el izquierdo. Hace ya años, Kiko Matamoros explicaba en el plató de Sálvame el glaucoma que le diagnosticaron. Parece que ahora está sufriendo las consecuencias que ya le avisaron que tendría, y lejos de seguir las recomendaciones de los médicos confiesa que: "Prefiero vivir a mi manera".