Fallece Arturo Fernández a los 90 años y una frase suya toma un sentido especial
El incombustible "chatín", leyenda del cine, la televisión y los escenarios ya dejó claro lo que iba a pasar y la confirmación de su mujer, Carmen Quesada, ha certificado sus pronósticos.
Arturo Fernández.
El veterano y querido actor Arturo Fernández ha fallecido este jueves a los 90 años de edad. El asturiano, que permanecía en un hospital de Madrid desde hace días ya preocupaba por su estado de salud desde hacía meses.
Su mujer, Carmen Quesada, informó de que falleció este mismo jueves.
De hecho, este era su tercer ingreso hospitalario desde que el pasado abril comenzara la mala racha de salud que llevó a Fernández a ser intervenido de urgencia del estómago, obligándole a suspender la gira de su obra teatral Alta Seducción, con la que llenaba teatros de todos los puntos de España... todos menos los que él mismo evitaba, como Cádiz, cuyo Ayuntamiento está en manos de Kichi y de Podemos, con cuyas ideas no comulgaba.
Su amigo Alberto Blasco concretó este jueves que Fernández fue ingresado hace una semana por las complicaciones de un tumor en el estómago aunque el desenlace fue "rapidísimo": le ingresaron en la zona de paliativos del hospital y ya este miércoles estaba semi inconsciente.
Hace dos años se le detectó "un pequeño tumor" que le quitaban "cada seis meses" pero en abril, cuando tuvo que suspender su gira, se agravó "y ha sido imposible pararlo".
Así, hace unos días, el actor de 90 años de edad volvió a ser hospitalizado en Madrid y tuvo que interrumpir de nuevo la representación de su obra, que estaba en cartelera en el teatro Amaya de Madrid.
Como era su deseo, Arturo Fernández estuvo encima de los escenarios casi hasta el último suspiro. De hecho, en una reciente entrevista en la que se le preguntaba si algún día se retiraría, respondió contundente: "Lo cierto es que a mí lo que me gustaría es quedarme aquí para siempre. Me gusta la vida, me gusta mi trabajo. Mientras Dios y el público quieran, ahí estaré, entre otras cosas porque el día que me retire dejaré de ser "joven", y eso no", remachó señalando que la palabra "jubilación" no iba con él: "Esa palabra no la conozco. ¿Qué es eso? Lo más parecido que conozco es el término júbilo, y eso es lo que siento, sobre todo cuando me subo a un escenario y veo cómo el público disfruta y se ríe".