Luces y sombras de la Infanta Elena: el entorno de Marichalar habla sin tapujos
Ahora que Victoria Federica copa titulares como una auténtica celebrity más, su familia política vuelve a primera línea de actualidad también por motivos bien diferentes y habla clarito.
A Álvaro de Marichalar le gustaría que su hermano se reconciliara con Doña Elena.
Álvaro de Marichalar se ha embarcado en una hazaña de lo más ambiciosa. El hermano de Jaime de Marichalar está dispuesto a dar la vuelta al mundo en su moto acuática como homenaje a los 500 años de la histórica expedición que realizaron Fernando de Magallanes y Juan Sebastián Elcano.
Antes de partir, Álvaro ha querido sincerarse con las cámaras de Europa Press para hablar abiertamente de la buena relación que tiene con su excuñada la Infanta Elena y lamenta que ella y su hermano se separaran. Así lo ha confesado en una entrevista en la que alaba la figura de sus dos sobrinos, Victoria Federica y Felipe Froilán.
Claro que la relación de su hermano con la hija de los Reyes Juan Carlos y Sofía también tuvo sus cosas menos buenas: "De ser "el Induráin del mar" en el 93, pasé a ser "el cuñado de" en el 96 y eso es una pena porque yo ya llevaba 13 años navegando, empecé en el 82, antes de esa boda, claro. Entonces es un poco frustrante. En todo caso, mi relación con la Infanta Elena es estupenda, como la de todos los españoles. La Infanta Elena encarna una institución que nos pertenece a todos los españoles que es nuestra Monarquía y por eso es una persona a la que estamos apoyando muchísimo siempre ya que, insisto, encarna a la monarquía. A nivel personal, me cae fenomenal, es una señora muy elegante, muy buena persona y una señora a la que tengo un afecto estupendo".
Tanto es así que, tal como confiesa, "por desgracia se separó de mi hermano, pero ojalá algún día se arreglaran. Tienen unos hijos bárbaros, Victoria me recuerda muchísimo a mi madre. Es una señoraza ya, con muy buena actitud en la vida, muy buena, muy respetuosa y Felipe (Froilán) igual, un señorazo también, estupendo, con sus cosas de su edad que hemos tenido todos, pero buena persona. Lo bueno es que al final, que es la única nobleza, es que es buena persona".