María Teresa se harta, cansada de todo lo que le rodea, y toma medidas drásticas
Elegida como víctima propiciatoria en un mes sin noticias importantes capaces de captar la actualidad la veterana presentadora prepara una bomba y Jesús Mariñas lanza una amenaza velada.
No se habla de otra cosa en los mentideros rosas desde que Víctor Sandoval abriera la caja de los truenos. Mucho antes ya se abrió la veda contra las Campos contra las que parece que ya vale todo en los diferentes programas de Mediaset... y eso que Terelu aún no ha debutado en Antena 3, cuando lo haga puede arder Troya contra el Clan.
Será por eso que este lunes Jesús Mariñas asegura en La Razón que María Teresa ha decidido cortar por lo sano y tomar medidas drásticas.
Entre otras cosas, cansada de que se especule con su relación con Edmundo Arrocet que muchos no se creen aunque llevan juntos ya cinco años.
Según Mariñas, "los tendenciosos aún dudan quizá porque les falta el romanticismo necesario para entender y admitir un romance tan desigual. Nada importa la diferencia de años, algo muy positivo, y en lo demás no acusan ese desajuste".
El caso es agosto se cebó con ellos "elegidos como víctimas propiciatorias en un mes sin noticias importantes capaces de captar la actualidad" y aumentaron los rumores de fin de relación.
Ahora "harta con todo derecho, Teresa anuncia y amenaza con tomar medidas judiciales: "No voy contra las revistas sino para castigar a los que dan pábulo a este tipo de rumores. Ya está bien, se me acabó la paciencia, aunque Edmundo los minimiza y me dice que ría y los eche a la espalda. No conduce a nada que lo pases mal", aconseja inteligentemente. Pero conociendo el temperamento de Teresa, es como orar en desierto".
En cuanto a los otros rumores, los laborales, "la rentreé tras el verano supondrá la reanudación de contactos para resolver en las ofertas recibidas a lo largo del último año. No es fácil, ni siquiera cómodo, resolver aunque ha recibido proposiciones muy ventajosas. Una de ella será definitiva y viene de un empresario árabe que desde los primeros tiempos desea incorporarla a su equipo como figura a redescubrir a través de distintas posibilidades".
En cualquier caso, Campos no tiene prisa quizá sabedora que será a partir de ahora volverá al candelero.
A modo de conclusión y/o amenaza, Mariñas resume que "sigue ignorando, aunque no pasando, de las increíbles descalificaciones que algunos hacen vengativos. Son los mismos que antes la veneraban".