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De la fama y el estrellato totales en "Gran Hermano" a vender cupones de la ONCE

No será el primer concursant@ del veterano reality de Telecinco que tiene casi 20 años en pasar del cielo a la tierra después de saborear las mieles del éxito televisivo. La lista es larga.

De "GH 3" a un puesto de la ONCE: Raquel Morillas lo ha confirmado en Youtube.

Publicado por
Maribel Fernández

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Está claro que después de tantas ediciones de Gran Hermano en Telecinco desde hace 19 años no todos los concursantes que han pasado por la Casa de Guadalix pueden mantenerse en el candelero mediático y vivir de la tele. Estadísticamente sería imposible.

Ella no será la primera ni la última que después de vivir en primera línea de titulares, famoseo y televisión de grandes audiencias pasa a un segundo plano y se tiene que buscar la vida de manera muchísimo más humilde y discreta.

El caso es que la última de cientos de concursantes en protagonizar un titular de este calibre ha sido Raquel Morillas. Una de las grandes "odiadas" por la audiencia de Gran Hermano 3 que resultó expulsada en la séptima gala siguió siendo una de las grandes protagonistas ya fuera cuando comenzó su relación sentimental con la primera expulsada de su edición: Noemí Ungría.

Boda incluida, ambas se convirtieron en grandes estrellas de las televisiones y fueron omnipresentes durante mucho tiempo: primero enamoradas luego enfrentadas.

El accidente de tráfico que sufrieron en 2003 cambió sus vidas, sobre todo la de Raquel, que pasó varias semanas en estado muy grave.

La operaron los servicios de neurocirugía, cirugía plástica y maxilofacial y perdió la vista de un ojo. La relación entre ellas acabó entre polémicos y terribles cruces de declaraciones.

Después de no pocos años apareciendo y desapareciendo de la pequeña pantalla por problemas de ludopatía entre otros muchos hace poco reapareció en su canal oficial de Youtube para anunciar a sus seguidores que tiene un trabajo nuevo y mucho menos mediático: vendedora de cupones de la ONCE.

Para lograr este trabajo mucho más discreto pero mucho más estable que el de la tele y los bolos ha tenido que pasar un curso de formación, un examen y prácticas: "Como sabéis tuve un accidente. Evidentemente, tuve unas secuelas que son ya de por vida y eso me hace tener una discapacidad y, gracias a Dios, puedo beneficiarme de eso. Estoy deseando que me veáis con el chaleco fluorescente y que me quiten los cupones de las manos".