Peñafiel desvela el secreto sobre Pantoja que Encarna Sánchez llevó a la tumba
Muchas veces el veterano periodista sabe más por veterano que por periodista... y claro, algunas noticias de actualidad le vienen al pelo para sacar del baúl de los recuerdos pequeñas joyas.
Esta semana Jaime Peñafiel deja tranquila a la Familia Real momentáneamente para centrarse en su columna de República en la herencia de Camilo Sesto. En concreto en el espinoso tema de "esos herederos que, sin haber tenido una gran relación, se convierten en herederos universales de los bienes del difunto".
En el caso del Camilo Sesto recuerda que su único descendiente era ese hijo llamado Camilo Blanes, nacido de una relación que el cantante tuvo con una admiradora, llamada Lourdes Ornelas, "con quien no tenía relación alguna y que siempre acusó a Sesto de su comportamiento como padre aunque, de vez en cuando, se visitaban y éste le ayudaba económicamente".
En cualquier caso, recalca, a "Camilín le ha llovido del cielo una inmensa fortuna que su padre había amasado durante muchos años de éxito". De hecho, nada más conocer el fallecimiento, tanto el hijo como la madre viajaron desde Méjico, lugar de su residencia, a Madrid, "refugiándose en el chalet donde ha vivido y muerto el cantante, en espera de conocer el testamento que le ha dejado como heredero universal de todas sus posesiones y cuentas corrientes así como sus derechos de autor".
El caso es que la muerte y herencia de Camilo ha recordado a Peñafiel la de Encarna Sánchez, que él vivió personalmente y que a diferencia de Camilo, no tenía hijos ni testamento: "Solo un papel que apareció en “ultimas voluntades” en la que dejaba todos sus bienes, que entonces eran muy escasos, a Pilar Cebrián, la persona que se encargaría de cuidar a su madre durante su estancia en Méjico".
Rememora el periodista que después Encarna regresó a España y empezó a triunfar y se olvidó de Pilar y de aquel papelito que apareció a su muerte: "La lluvia de millones que cayó sobre su antigua amiga, declarada heredera universal, impidió que cualquier pariente de Encarna pudiera acceder a bien alguno de la archifamosa locutora".
El caso es que aunque su amiga Carmen Jara siempre le aconsejaba que hiciera testamento, Encarna siempre se negó y no quería ni que se lo nombraran pero Jaime Peñafiel desvela que "no me cabe la menor duda es que si Isabel Pantoja se lo hubiese pedido, ella hubiera sido la heredera universal".
Y ya que estaba añade que "por motivos que no vienen al caso Isabel demostró ser poco interesada, rompiendo su relación sentimental cuando Encarna estaba ya sentenciada a muerte".