La macabra profecía de Ari Behn y el infierno que vivió antes de suicidarse

La muerte del que fuera yerno de los Reyes de Noruega ha conmocionado a todo el país. Ari Behn, exmarido de la princesa Marta Luisa de Noruega, sufría depresión crónica desde bien joven. Ello, unido a su carácter excéntrico y su afición a la ginebra hizo que la prensa noruega se refiriera a él como el "yerno del infierno".

Siendo pequeño, sus padres se divorciaron y ello dejó secuelas psicológicas en Ari. "Mi madre se casó con su mejor amigo. Mi padre, a su vez, contrajo matrimonio con la exmujer de ese señor. Hicieron, literalmente, un intercambio de parejas. Y nos comunicaron su decisión el día de Nochebuena, porque consideraron que como estábamos todos juntos era un buen momento", relató él mismo a la revista sueca Svensk Dam hace años.

Dicha enfermedad le trastocó tanto que incluso le hacía meter "a la gente en situaciones comprometedoras y peleas estúpidas". "Es muy difícil vivir conmigo", aseguraba Ari. "Lo único que temo es que esta enfermedad me impida completar el proyecto que he empezado con mi esposa. Tenemos tres hijas y quiero que crezcan y se conviertan en personas independientes, inteligentes, con empatía y sentido de la realidad", confesaba. Un miedo que, desafortunadamente se ha hecho realidad con su suicidio.

A ello se sumaron numerosos actos que repercutieron negativamente en la imagen de la Casa Real noruega. Ari protagonizó hace años unas imágenes deambulando por las calles de Londres como un vagabundo pidiendo limosna. Asimismo, fue visto en Barcelona disfrazado de drag queen y formó parte de un documental en el que esnifaba cocaína junto a unas prostitutas.

Sin embargo, la gota que colmó el vaso fueron unas fotografías suyas junto a la bloguera Marna Haugen, las cuales que hicieron que los padres de la princesa Marta Luisa pusieran el grito en el cielo. El yerno de los Reyes de Noruega aparecía hundiendo su cabeza en los pechos de la influencer en las redes sociales de ésta. Poco después, llegó el divorcio entre Ari y Marta Luisa.

Y es que todos los problemas de Ari ya le hacían presagiar su futuro incluso estando casado. "Tengo pequeñas crisis a diario. El problema más pequeño y más trivial puede hacerme saltar hasta golpearme con el techo. Tengo una crisis nerviosa por lo menos una vez al día", confesó hace diez años a la revista noruega Massiv. "Voy a morirme solo, sin ninguna compañía. Solo y amargado", sentenció. Su profecía se ha cumplido.