Jesulín busca la humillación de Belén Esteban con una conversación pendiente
El torero ha ideado una estrategia para que la exclusiva de su reboda con Campanario se pague muy bien. Quiere tener esa conversación pendiente con Andrea y contar lo hablado en la revista.
Tiene mucha miga la reboda que Jesulín y María José Campanario preparan para julio. Y es que se tratará de una exclusiva muy bien pagada si las cosas salen como ha concebido el torero. Como se recordará, hace años que se sabe que el de Ubrique ha comentado en diferentes momentos de su vida que cuando su hija cumpla la mayoría de edad, hablará con ella para explicarle el porqué de su ausente proceder como padre. Pues bien, la renovación de votos matrimoniales del diestro y su mujer será en julio, también en ese mes Andrea Janeiro cumplirá los dieciocho. Sin duda, el precio del reportaje pactado subiría bastante si Jesús cuenta la charla con su hija mayor. Y si ya consigue que pose con él y su otra familia, ni te cuento. Sin duda, estaríamos ante una de las mayores puñaladas que Belén Esteban podría recibir.
En alguna ocasión, María José ha comentado que ella le pedía a Jesús que fuera a ver a Andrea. Sin embargo, él decía que no sin argumentar la negativa. Cuando la niña era pequeña, desde Ubrique enviaban mensajes afirmando que Belén impedía que padre e hija se vieran. Sin embargo, nunca ha sido así. Posteriormente se supo que la Esteban, para facilitar el contacto, le habría dicho al torero que ella no estaría presente cuando él fuera a su casa para reunirse con Andrea. De hecho, en las contadísimas ocasiones en que ha ido, ha sido su ex suegra, Carmen Menéndez, la encargada de recibirle.
Por algún motivo incomprensible, Jesulín decidió borrarse de la vida de Andrea. No se le ha visto acompañándola en su primer día de clase. Tampoco se ha dejado caer por las reuniones de padres que se celebran. Ni rastro de él en los festivales de fin de curso, santos, cumpleaños y otras fechas señaladas para su hija mayor. Por el contrario, es de lo más activo a nivel paternal con los hijos nacidos de su relación con María José Campanario. Especialmente volcado está en el menor, Jesús Alejandro. De hecho, cuando se especulaba con un posible divorcio del matrimonio, se decía que Jesús nunca daría el paso porque no soportaba la idea de estar alejado del pequeño de la casa.
Lejos de intentar arreglar las cosas con Andrea y Belén, el torero las empeora. Hace poco se conoció que no estaba dispuesto a hacer frente a los gastos que los estudios en el extranjero de su hija mayor ocasionaran. Y eso que lo pactó con anterioridad con la Esteban. Cuando Andrea hizo la comunión, estuvo cinco minutos en el banquete de celebración. Y así un suma y sigue de comportamientos que, como poco, llevan a pensar en el escaso interés que Jesulín tiene en su hija mayor. El problema es que el tiempo ha jugado en su contra. Andrea sabe que quien siempre ha estado ahí apoyándola es su madre. Por tanto, no parece posible que crea a su padre cuando intente justificar su ausencia. Es más, quizás lo ponga en su sitio al rebatirle los argumentos.