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Arrocet sigue los pasos de Julio Iglesias y se mete en un buen lío judicial

Aumentan los problemas para el humorista recién separado de María Teresa Campos. Y ahora ya no tiene nada que ver con el televisivo Clan, ni con las hijas, ni con la madre.

Alexis y Edmundo Arrocet.

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Aumentan los problemas para Bigote Arrocet. El humorista no se presentó en el Instituto Nacional de Toxicología de las Rozas el pasado lunes donde debería haberse sometido a las pruebas de ADN por la demanda de paternidad que le presentó Alexis Ledgard.

Bigote recibió la citación del juez pero hizo caso omiso y no se presentó, es por eso que el humorista ha sido declarado en rebeldía, porque además de no acudir al juzgado tampoco ha contestado en los 20 días que le da el juzgado para presentar alegaciones.

El juez que lleva el caso le ha citado el próximo 18 de marzo en Madrid, y ese día se lo juega todo, porque no acudir podría traerle consecuencias, la más inmediata es que el juez le otorgue automáticamente la paternidad. El abogado de Alexis, Fernando Osuna, conoce muy bien el protocolo que se sigue en estos casos, más de 15 años trabajando en demandas de paternidad avalan sus premoniciones, y esta no puede ser menos: “Es un caso muy sencillo por varias razones, lo primero y muy importante es que en esta demanda hemos aportado pruebas que demuestran la filiación de mi cliente con Bigote, como son entrevistas en prensa en las que el humorista reconoce que Alexis es su hijo a pesar de no estar reconocido. Además durante todos estos años han mantenido contacto y eso también se puede probar. Y por otra parte nos acogemos al articulo 767 de la Ley de Enjuiciamiento Civil que dice que: “la negativa injustificada a someterse a la prueba biológica de paternidad permitirá al tribunal declarar la filiación reclamada, siempre que existan otros indicios de la paternidad”.

La conclusión está clara, casi con toda seguridad si Bigote no se presenta el juez le otorgará la paternidad automáticamente.

Ya hay precedentes, uno de los más recientes es el de Julio Iglesias, el juez citó varias veces al artista, él nunca acudió y tampoco se sometió a las pruebas de ADN, de nada le sirvió porque, ateniéndose al artículo citado anteriormente, el juez le otorgó la paternidad de Javier Santos al internacional cantante.

Otro de los casos más mediáticos fue el de Manuel Díaz, quien durante años reclamó públicamente ser reconocido como hijo de Manuel Benitez “El Cordobés”, su enorme parecido evidenciaba lo que finalmente se demostró.

Manuel Díaz tardó muchos años en presentar esa demanda de paternidad en un juzgado. Fue este uno de los casos más rápidos, porque Manuel Benitez sí que se sometió a las pruebas de ADN y el resultado fue que con el 99,9% de probabilidad, él era el padre biológico. Otro caso ganado para el letrado Fernando Osuna que recuerda aquel juicio como uno de los más rápidos de su carrera: “Con las pruebas de ADN en la mano, el juez tardó en dictar sentencia lo que tardó en leer el resultado, fue inmediato. Creo que estuvimos en la sala cinco minutos”.

Pero sin duda el caso que marca la diferencia en una demanda de paternidad es la de Carlos Aguilar, el jerezano de 47 años reclama ser reconocido como hijo del torero Juan Galán fallecido en 2017.

Carlos no es hijo biológico y a pesar de haberse criado con Galán y con los tres hijos de este, el torero nunca llegó a reconocerle en un registro como hijo adoptivo. Juan Galán y la madre de Carlos, Isabel Aguilar mantuvieron una relación de más de 40 años, durante ese tiempo la pareja y sus hijos vivieron como una familia más.

Juan Galán e Isabel Aguilar.

Ahora, Juan Pedro, el primogénito de Galán es quien maneja la millonaria herencia del torero fallecido, una herencia que asciende a más de 50 millones de euros, varios hoteles y propiedades inmobiliarias. Al parecer, de momento, ni si quiera las otras dos hijas del torero, Eva y Rocío han recibido lo que les corresponde.

Carlos Aguilar lucha ahora de la mano de Fernando Osuna por una herencia que considera que le corresponde porque aún sin papeles ni registro, él siempre se ha considerado hijo de Juan Galán y hermano de Juan Pedro, Eva y Rocío.

Para demostrar su arraigo, Carlos ha aportado numerosas pruebas que avalan lo que cuenta, como son; fotografías de familia desde niño, recortes de prensa de la época donde se habla de él como un hijo más del torero y matriculas del colegio donde estudiaba y donde se llegó a registrar como Carlos Galán a la edad de cuatro años. Osuna sabe que es un caso más complicado porque es algo intermedio entre la adopción y la filiación biológica , pero cree que tiene muchas probabilidades de ganarlo porque intentará demostrar ante el juez que “pesan mucho más los más de 40 años que ha vivido como “un hijo más” con el torero que el hecho de inscribirlo en un registro. Juan trataba a Carlos como a un hijo, le educó, le crió y le quería muchísimo porque le acogió cuando el niño sólo tenía dos años".

Carlos Aguilar se juega también un porcentaje importante en la herencia del torero, el jerezano reclama diez millones de euros y tres propiedades. De momento tendrá que mantenerse a la espera de saber si el juez admite a trámite la demanda. Un caso que sentaría precedente y que desde ESdiario seguiremos muy de cerca.

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