Irene Rosales, devastada, tras recibir uno de los palos más duros de su vida
La mujer de Kiko Rivera está rota de dolor tras recibir una noticia sentimental tan esperada como difícil. Ya en el cumpleaños de su hija se veía que algo estaba pasando y ella lo confirmó.
Irene Rosales.
La madre de Irene Rosales murió durante la tarde de este jueves en Castilleja de la Cuesta, Sevilla . Desde el programa de Telecinco Sálvame confirmaron la triste noticia de la muerte de Teresa Vázquez. Un nuevo golpe para la familia de Isabel Pantoja.
La mujer de Kiko Rivera estaría completamente desvastada y rota de dolor tras la pérdida de su madre, que era su gran apoyo y su mejor aliada. No obstante, la noticia no ha pillado por sorpresa a Irene Rosales porque a pesar de que en ningún momento había hecho pública la gravedad del asunto, muy emocionada la nuera de la tonadillera desvelaba desde el plató de Viva la vida que estaba pasando una situación complicada porque tenía un familiar muy enfermo.
Además, en el reciente cumpleaños de su hija Carlota no solo llamó la atención la ausencia de su abuela paterna, Isabel Pantoja, sino más aun la de su abuela materna, Teresa, que ya estaba muy enferma.
Isabel Pantoja, que ya sabemos que goza de una muy buena relación con su nuera, no quiso faltar al tanatorio y este jueves acudió para arropar a la mujer de su hijo y a toda la familia. Con el rostro de lo más serio y sus características gafas de sol oscuras, la cantante se fundió en un tierno abrazo con su hijo a su llegada.
De lo más cercana, Pantoja se acercó a su nuera para mostrarle todo su apoyo y su cariño. La tonadillera también aprovechó para mostrar su faceta de madre más cariñosa con su hijo y no se separó de él ni un solo momento. Sin quitarse las gafas de sol en el interior del tanatorio, la madre de Chabelita llevaba en sus manos una botella de té con limón de la que no paró de beber.
En una de sus últimas entrevistas, Irene no podía evitar las lágrimas al declarar que su madre estaba "malita", mandándole un mensaje de fuerza y cariño. Una complicada situación que se sumaba a la del padre de Irene, que también llevaría enfermo desde hace mucho tiempo.
A pesar de la presión mediática y la fama de su familia, Teresa Vázquez siempre permaneció en silencio y ocupando un segundo plano al lado de su hija.