El fracaso de Gloria Camila y lo que demostró a Griso la hermana de Ortega Cano
Muy lejos de lo que ha dicho Kiko Jiménez, el torero nunca renunció a sus orígenes humildes. Lo de sus dos hermanas es capítulo aparte y la pifia de su hija de la que ella no quiere hablar.
Carmen Ortega Cano, peluquera de cabecera de Susanna Griso.
Elistista y clasista. Son los dos adjetivos que le ha adjudicado Kiko Jiménez, ex pareja de Gloria Camila a José Ortega Cano. Una descripción que está muy lejos de la realidad. Ortega Cano
nunca ha rehuido ni renunciado de sus orígenes. El diestro cartagenero ha estado pendiente siempre y en cada momento de su familia.
Una parte de esta familia se ubica en Las Barracas (Los Belones) en el campo de Cartagena. En aquella tierra se sitúa parte de su familia materna. Su tío Manolo, hermano de su madre Juana Cano, ha sido un pilar importante en la familia. El matador de toros ha ido en multitud de ocasiones a visitar a su familia materna incluso en vida de Rocío Jurado.
La familia de Las Barracas de Ortega Cano es una familia humilde de la que nunca se ha sentido distanciado. Todo lo contrario. Tras fallecer la madre de Ortega Cano, muere Manolo, y la familia se traslada al último adiós del “tío Manolo”. En aquella zona, aún quedan dos primos de Ortega Cano, Gervasio y Paco. Vidas muy diferentes pero con las que el torero siempre ha mostrado cercanía.
Conchi y Carmen son las hermanas de José. Dos mujeres muy diferentes entre sí. Conchi ha sido la matriarca de la familia y quien más se ha ocupado de todo el clan. Es directa y sin pelos en la lengua. No tamiza sus palabras con lo “políticamente correcto”. Según piensa, según dice. No tiene embudo para filtrar lo correcto de lo impropio. Conchi es para el resto de los hermanos una segunda madre.
Carmen es la hermana menor y ha sido la más discreta de la familia. Durante años ha trabajado en Antena 3 como peluquera. Su buen quehacer profesional y su discreción hicieron que Susanna Griso la eligiese como su peluquera de cabecera.
Carmen tuvo que vivir momentos muy duros en su trabajo cuando públicamente se conocía que su hermano tenía que ingresar en prisión. En aquellos momentos alabó la decisión de su cuñada Ana
María Aldón cuando se trasladó a Zaragoza para estar cerca de la prisión de Zuera.
Carmen demostró a sus compañeros que por encima de todo, era un profesional y no un personaje al servicio del mercado de la información y al mejor postor. Fue el familiar que más pendiente estuvo de sus sobrinos José Fernando y Gloria Camila cuando la vida les dio un giro de 180 grados. Quizás esto la niña Gloria ya lo ha olvidado porque está más pendiente de su vida y sus espectáculos que de reconocer lo que sus tíos han hecho por ella. La memoria es selectiva en algunas familias.
Gloria Camila prueba mejor suerte como defensora “a medio gas” de Ana María Aldón y “a todo gas” de su sobrina y amiga Rocío Flores. Una nueva faceta que parece que le funciona con más
suerte que cuando era empresaria textil y puso su tienda en la conocida Plaza de El Salvador en Sevilla.
Una aventura que duró poco y costó mucho. Tuvo que cogar el cartel de “Nos vamos”
porque la aventura supuso una alta factura económica para las arcas de la herencia de Rocío Jurado. Mucho mejor le fue a la familia de José cuando puso la tienda de moda Tejidos Ortega Cano en Cieza (Murcia). Aquellos Ortega Cano querían aparentar menos y trabajar más.
Y en Sevilla continuamos y cerca de la Plaza de El Salvador para informar que esta semana será abuela de nuevo Carmen Tello. Este miércoles está previsto que nazca Santiago, el nuevo hijo del
tercer vástago de Carmen Tello. Miguel Solís Tello es el actual marqués de Valencina desde que su padre fuese el nuevo portador del marquesado de la Motilla. Carmen Tello vivirá este nacimiento
con la distancia del confinamiento que se vive en España desde el pasado 14 de marzo.