Milá Ximénez cuenta la tremenda pesadilla que ha vivido sola, enferma y aterrada
Dos meses después de encerrarse en casa por la pandemia, la colaboradora regresó aún asustada a los platós para narrar la terrorífica experiencia que ha vivido.
Mila Ximénez regresó al Sábado Deluxe casi dos meses después y lo hizo temerosa y asombrada. "Esto no es real. No puede serlo", decía la colaboradora al pisar Mediaset 59 días después. En estas semanas solo ha participado en su programa a través de videollamada y le impactó ver los pasillos completamente vacíos. La última vez que Mila estuvo en el plató de Sálvame fue el 11 de marzo. Y nunca se la ha visto tan asustada y vulnerable.
La colaboradora ha estado todo el confinamiento sola en casa, con miedo de salir a la calle y, encima, ha tenido que superar un herpes zóster. "Es muy doloroso, es como si te arrancaran todas las muelas de la cara", contó ya frente a Jorge Javier Vázquez.
"He estado metida en la cama, no he comido apenas. He pasado dormida más de un mes inflada de pastillas, no he podido estar más dopada", contó Mila Ximénez, más calmada tras haberlo pasado realmente mal durante estas semanas. "Mi mayor miedo es que me dijeron que se podía quedar la cara paralizada y cuando me venía el dolor me tenía que levantar para mirarme en el espejo y comprobar que no tenía la cara 'girada", ha explicado.
En estado paranoico
Mila confesó que entró en "un bucle" y "en paranoia". "Un día llamé al 112 para que vinieran a verme, pensaba que no me iba a despertar. Yo no me pude despedir de mis padres, y solo pensaba "joder, si me voy a un hospital y me muero para Alba va a ser como mucho más sufrimiento. Pensé que no salía", contó la colaboradora.
"He tenido conmigo misma una convivencia serena y más cálida, las cosas que antes me crispaban mucho y alteraban me parecían menos importantes después de lo que hemos pasado. He descubierto cosas de mí que desconocía", contó a Jorge Javier Vázquez, asegurando encontrarse ya mucho más tranquila y preparada para volver al trabajo.