Belén Esteban se rompe tras dos interminables meses de duro confinamiento
En una conmovedora videollamada, la princesa de San Blas se confesó ante Jorge Javier Vázquez y sus compañeros de 'Sálvame': ya no puede mas.
Belén Esteban, emocionada ante las palabras de Jorge Javier
Belén Esteban se encerró en su casa de Paracuellos del Jarama el pasado 10 de marzo y desde entonces no ha vuelto a pisar los platós de Telecinco. No obstante, la colaboradora continúa interviniendo en directo en ‘Sálvame’ para hablar, sobre todo, de su arte con los fogones. Pero el tiempo de cuarentena también le está pasando factura, hasta el punto de estallar en lágrimas ante unas palabras de Jorge Javier Vázquez.
El presentador bromeaba con ella al hilo de una de sus mejores recetas: albóndigas de pollo. "Estas son mías y las albóndigas son de la gente", contaba la princesa de San Blas ante la cámara sostenida por su hija Andrea.
"Creo que es honesto decírtelo. Las albóndigas tienen muy buena pinta. Es indiscutible. Dan unas ganas de mojar el pan y llevártelo a la boca. Hoy podemos decir que Belén ha triunfado del todo", fue el veredicto de Jorge Javier.
El presentador y todos los colaboradores le dedicaron un caluroso aplauso mientras Belén se rompía llorando en directo. "Como me metes tanta caña, a veces, me enfado. Sé cómo eres", confesaba emocionada.
"Volveremos a discutir"
Tanto Jorge Javier como Mila Ximénez le preguntaban cuándo iba a regresar a plató: "Tenemos muchas ganas de verte aquí". A lo que Belén respondía: "No lo sé. Ya tengo ganas, de verdad te lo digo. Llevo desde el 10 de marzo sin ir a trabajar. Nunca pensaba que iba a echar de menos ‘Sálvame‘, pero tengo que decir que echo de menos tanto mi programa como mis compañeros, de plató, redacción, maquillaje… Esas tardes en ‘La Muralla’. Hay que hacer lo que hay que hacer. Pronto nos veremos y discutiremos".
La presentadora, confinada con su hija, Andrea, también tuvo tiempo de entonar un chotis con motivo del día de San Isidro. Desde que la pandemia comenzó a agravarse, Belén está separada de su marido, Miguel Marcos, como medida preventiva ya que él es técnico de ambulancia y ella forma parte de un grupo de riesgo. Una situación que hace aún más duro el confinamiento.