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El llamativo gesto que Ponce le dedicó a Ana Soria en su regreso a los ruedos

No acudió a verle en la plaza, pero la nueva pareja del diestro valenciano estuvo muy presente, como quedó de manifiesto con el sorprendente detalle que tuvo con ella en mitad de una faena.

Enrique Ponce y Ana Soria, muy acaramelados en una plaza de tentadero

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Enrique Ponce regresó a la arena de la plaza, el lugar donde se siente feliz y demostrar, de paso, su profesionalidad en el mejor momento de su vida. Fue en el coso de la sevillana localidad de Osuna. Y aunque todas las miradas estaban puestas en la posible presencia de Ana Soria, que no acudió a verle, el torero consiguió ser el centro de atención en todos los sentidos, incluido un llamativo y emocionante gesto que le dedicó en mitad de una de sus faenas.

El diestro llegó al hotel donde descansó horas antes de salir a torear sin querer hacer ninguna declaración a los medios que se encontraban en las inmediaciones. Ponce sabe perfectamente que es el centro de la polémica por su noviazgo con la joven, pero quiso ser el protagonista por su profesión y no por este bombazo informativo.

Con puntualidad, el diestro valenciano salió de su hotel para la plaza de toros. Lo hizo acompañado de su cuadrilla y de su gran amigo, Ramón García. Con este gesto, el presentador se posicionó claramente con su íntimo en esta complicada situación que está viviendo. La gente, que se agolpaba en la entrada, recibió al diestro con aplausos y ánimos, aunque también se escucharon gritos de "¡Viva Paloma Cuevas!".

Y es que aunque todo el mundo esperaba que Ana Soria acudiera a la plaza de toros de Osuna para ver torear a su novio por primera vez, la joven optó por mantenerse al margen y evitar ser el foco mediático del regreso tan esperado del torero.

Lo que sí sorprendió a todos fue el gesto que tuvo el diestro en la plaza, escribiendo con una manoletina en el albero una 'A'. Se trataba sin duda de un gesto que tuvo que gustar muy y mucho a su novia, que aunque no estuviera en la plaza, le acompañó en su pensamiento en toda su faena.

Después de triunfar en su vuelta a los ruedos, Enrique Ponce salió de la plaza de toros de Osuna con el rostro visiblemente feliz y exultante, pero sin querer hacer ninguna declaración a la numerosa prensa que se encontraba allí.