La "dolce vita" de Mónica Pont en México oculta un trago amargo de gran tristeza
La actriz decidió tomar una decisión drástica después de mucho dolor pero no deja de hacer constates alusiones al pasado, como si pretendiese borrar los capítulos más oscuros de su vida
Hace un año que Mónica Pont decidió darle un giro radical a su vida. Las ofertas de trabajo en España no eran muy boyantes y México le ofrecía la experiencia de adentrarse de lleno en el mundo
de las telenovelas, un género que aún con el paso de las décadas sigue siendo un éxito asegurado entre la audiencia latinoamericana.
El paso que ha dado no es fácil, más de nueve mil kilómetros la separan de su hijo Javier de 16 años que vive con su padre en Cataluña y que ya es piloto de Fórmula 4. Tras la separación Mónica luchó incansablemente para que le diesen la custodia de su hijo pero no lo consiguió, en 2013 perdió la
batalla y el pequeño, que entonces tenía 8 años, se quedó con su padre. Una espina que la actriz no ha logrado superar.
Para Mónica sentir que su hijo estaba tan cerca y al mismo tiempo no poder verle la hacía sufrir enormemente y esa sensación es la que la empujó definitivamente a experimentar la aventura que la ha llevado a otro continente.
Consciente de esa ruptura geográfica Mónica expresa sus sensaciones a través de sus redes sociales: "Los caminos difíciles conducen a destinos hermosos", dice la actriz. Mónica vive con su perra Duna en un céntrico apartamento de Ciudad de México, allí ha construido temporalmente su vida.
En estos últimos meses ha conocido a gente que ahora forma una parte importante de su círculo de amistades. Unos amigos y compañeros de profesión en los que encontró apoyo en tiempos de
coronavirus. El confinamiento le pilló en México y tardó meses hasta que pudo volar a España para reencontrarse con su hijo y su familia.
A pesar de los difíciles momentos que vivimos por la pandemia mundial, Mónica ha retomado el rodaje de la serie de comedia La Mexicana y el Güero que se estrena en Televisa y donde ella se
está abriendo camino como actriz de telenovelas.
De Estados Unidos también le han llegado algunas ofertas y, de hecho, acaba de aterrizar en Los Ángeles para rodar una short movie y estará allí hasta el lunes.
Mientras tanto, entre rodaje y rodaje Mónica Pont no pierde el tiempo y se deja ver en lugares tan paradisíacos como las playas de Tulum donde luce cuerpazo con una pose sexy y alenta los
piropos de sus followers.
En otra de las fotografías que cuelga en su Instagram la vemos sentada en una enorme hamaca de mimbre sonriente y reflexiva, pensando en lo que dejó atrás: “El pasado muere, el presente
vive y el recuerdo queda y la vida sigue…”.
La actriz no deja de hacer constates alusiones al pasado, como si pretendiese borrar los capítulos más oscuros de su vida: “Ponte de frente al sol y las sombras quedarán atrás” , dice en otro de sus
mensajes.
Mónica Pont ya está inmersa en una nueva vida, una nueva etapa, y unos nuevos retos que le ilusionan personal y profesionalmente, pero en sus palabras se trasluce un atisbo de tristeza por lo que pudo llegar a ser y no fue.