La hija pequeña de Bertín vuelca en un libro las confesiones más desgarradoras
Claudia Osborne ha sorprendido con un duro testimonio en lo que pasa revista a los momentos más estremecedoras de su vida, desde la muerte de su madre a las depresiones que ha padecido.
Claudia Osborne, la más pequeña de las hijas que Bertín Osborne tuvo con Sandra Domecq, ha sorprendido con el lanzamiento de un libro en el que destapa, sin rodeos ni rubores, sus demonios interiores y los desgarros que han provocado en ella los golpes más duros que ha padecido a lo largo de su vida, como forma de mostrar un camino de autoayuda.
Dedicada al coaching desde hace unos años, acaba de publicar 'Lo mejor de ti', su primer libro, escrito desde su experiencia vital y profesional. "La vida es una experiencia preciosa plagada de altibajos, de momentos buenos y malos. Ser conscientes de algo tan simple nos mantiene en un equilibrio que es la llave para ser feliz", afirma la autora.
La intención de la hija de Osborne con este libro es que el lector realice un viaje único, "una travesía para descubrir quién es, qué quiere, cómo funciona y en el que aprenderá a cuidarse para alcanzar la paz interna y todo aquello que se propongas". Para orientarle, plasma su propia experiencia en sus páginas: "Llevaba tiempo sabiendo que había algo en mí que no iba bien. No llegaba a los treinta años y ya había pasado por dos depresiones —una a los veintidós y otra a los veintiocho—y había sufrido un trastorno alimentario".
La pérdida de su madre en 2004, tras una dura batalla contra el cáncer, fue un revés durísimo que, sin duda, lastró su camino a la madurez, según confiesa.
El camino del coaching
Claudia Osborne también comparte el momento en el que descubrió el camino del autoconocimiento. "Sabía que tenía que rehacer mi vida, pero no sabía por dónde empezar. Una vez más, el universo hizo de las suyas y coincidí con un amigo que hacía años que no veía. Mientras nos contábamos las mil y una cosas que habían sucedido en todo aquel tiempo, me comentó que estaba terminando la formación de coaching. Hasta ese momento, yo no sabía mucho de coaching, pero me pareció muy interesante, sobre todo cuando me dijo que se trabajaban muchísimas cosas personales. Fue entonces cuando pensé: '¡Wow, justo lo que necesito ahora mismo, entender por qué estoy aquí!'".
Un camino al autoconocimiento que, según admite, también la ha ayudado en sus relaciones familiares. "Con veinte años, cuando recibía una dura crítica por parte de mi sistema familiar, solía reaccionar de manera instintiva y montar en cólera. Además, podía llegar a ser bastante despiadada con las palabras que dirigía a la persona que estuviese entrometiéndose en mi vida. Sin embargo, después de todo mi trabajo de autoconocimiento, ya no reacciono ante las intromisiones, sino que respondo. Respondo poniendo límites, diciendo no y enseñándoles cómo tratarme".