Cerrar

La exMiss España friki de la informática se sincera tras ser pillada in fraganti

Muy poco amiga de hablar de su vida privada e íntima y después de pasar uno de los años más complicados de su existencia ha optado por levantar un poco la mano, aunque tampoco demasiado.

Inés Sainz.

Publicado por

Creado:

Actualizado:

Inés Sainz está feliz, y no puede ni quiere ocultarlo. Completamente volcada en su hijo y en su nueva profesión, científica de datos, la exmodelo, de 45 años, ha recuperado la ilusión al lado de un atractivo hombre con el que fue pillada intercambiando besos y arrumacos por las calles de la capital.

Muy discreta, la exmiss España (que recientemente superó un cáncer de mama) se pronuncia sobre su nueva relación en una entrevista en la que habla, además, del buen momento que está viviendo.

Acerca de su trabajo como científica de datos, Inés explica que "somos los frikis informáticos, nos dedicamos a capturar datos, analizarlos, procesarlos y hacer un diagnóstico por explicarlo brevemente. Siempre me ha gustado mucho la tecnología y quería dar un cambio a mi carrera, vi el momento a principios de años y muy contenta".

Olvidado el año más duro que su vida, 2019, cuando luchó contra un cáncer de mama que felizmente está casi olvidado, la exmodelo desvela que "gracias a Dios está todo genial, con mis revisiones y de momento todo estupendo, esperemos que no se repita nunca más". "A mí me salvó la vida una revisión ginecológica y entonces es muy importante que las mujeres vayan al ginecólogo, la prevención es fundamental", señala Inés.


Sin poder ocultar una sonrisa tímida tras la publicación de unas imágenes recientemente en las que la veíamos compartiendo besos y abrazos con un atractivo acompañante que podría ser su nuevo amor, la científica de datos confiesa que "estoy perfectamente que es lo importante, de verdad que me da mucha vergüenza hablar de estas cosas. Hablo de lo del cáncer sin problema por ayudar pero a nivel personal soy muy tímida en el fondo, y vale más una imagen que mil palabras".

"Está todo bien, de verdad, pero me muero de vergüenza. Me casé, me separé y ya está, he intentado ser una persona muy discreta en mi vida privada y sobre todo porque a mis clientes no les interesa mi vida privada. Intento mantener esa parte de mi vida en privado, nunca mejor dicho", mantiene una ilusionada Inés que, radiante, vuelve a confiar poco a poco en el amor.