Pilar Eyre desvela la bomba sobre Don Juan Carlos y Lady Di que pocos conocían
Ahora que están de moda los escándalos de dinero y mujeres relacionados con el Rey Emérito, la escritora especializada en Casa Real saca del baúl un episodio que muchos no quieren ni ver.
Ahora que Don Juan Carlos está en los titulares más polémicos por los millones que supuestamente le dio a Corinna Larsen, Pilar Eyre ha aprovechado su blog de Lecturas (y la publicación de su último libro sobre el Emérito) para recuperar una antigua historia que tal vez pocos conocían.
Y es que el padre de Felipe VI también le dio dinero a Lady Di. En concreto envió a la entonces princesa de Gales en 1993 exactamente 45.000 dólares, que fueron ingresados desde España a su cuenta corriente.
Eso es lo que sostiene la escritora americana Kitty Kelley en su trabajo histórico Los Windsor, en el que recoge cientos de testimonios sobre Diana de Gales y su familia y cuya venta está prohibida en Inglaterra.
Tampoco aparece este episodio, recalca Eyre, en la aclamada serie The Crown, que apuesta por una versión muy edulcorada de Lady Di que, a su juicio, seguro que habrá disgustado mucho a Camila, de nuevo dibujada como la bruja malvada de los cuentos infantiles.
El caso es que Diana ya había visitado Toledo con los Reyes de España, se la había visto charlar muy confidencialmente con Don Juan Carlos y había estado dos veranos en Mallorca, con su marido y sus dos hijos.
Mientras Carlos de Inglaterra se perdía por calas remotas, ella se bañaba en Marivent y quizás, imagina Eyre, lloraba en el hombro del Rey Juan Carlos que, según sus amigos, "sabe escuchar y aconsejar muy bien a las mujeres".
Tras su última visita a Mallorca, Lady Di contó a uno de sus guardaespaldas que el Monarca intentó ligar con ella, incluso delante de la Reina Sofía. Algo que se repetiría cuando los Reyes españoles viajaron a Inglaterra y, de nuevo las cámaras los captaron conversando con complicidad.
Lo que no consta, señala la periodista, es la respuesta de ella a las proposiciones del Rey si es que las hubo y no fueron producto de su imaginación desbordante porque, recuerda, las familias reales europeas ya estaban al tanto de las disensiones matrimoniales de Juan Carlos y Sofía, comentaban el fogoso temperamento del español y ponían nombre a la mujer que ocupaba en esos momentos su corazón: en esa época Marta (Gayá).
Fue entonces también cuando Lady Di (que ya no tenía relaciones sexuales con su marido) conoció a James Hewitt, posteriormente se habló de algún encuentro extramatrimonial con John John Kennedy y comenzaron sus problemas psicológicos graves.
Así, en el gimnasio de Chelsea al que acudía para ponerse en forma, el propietario instaló una cámara escondida en el techo, encima de uno de los aparatos donde solía ejercitarse: las fotos y el chantaje para no publicarlas se fijaron en 45.000 dólares y ahí fue donde intervino Don Juan Carlos, convertido en caballero sin espada, según la versión de Kitty Kelley.
Ni corto ni perezoso, transfirió esta cantidad desde España a la cuenta personal de Diana, aunque para nada, porque las fotos se vendieron igualmente al Sunday Mirror, que publicó en portada una imagen de Lady Di con apretadas mallas y en una postura algo grotesca.
A partir de ahí no se sabe qué pasó con el dinero, si fue devuelto a Don Juan Carlos o se usó para otras cosas. Al fin y al cabo no es una cantidad tan importante como las que se supone que regaló a otras personas.