Un año horrible para él: Blas Cantó, roto de dolor, recibe un varapalo durísimo
Cuando comenzó el año como flamante candidato a representar a España en Eurovisión poco podía imaginar que iba a ser uno de los más duros que le iba a haber tocado vivir en su existencia.
Que este 2020 está siendo complicado para todos no es ningún secreto, pero hay a quién está afectamente dramáticamente con especial fuerza, y uno de ellos es el cantante Blas Cantó, a quien este año está golpeando con dureza.
De hecho, si el pasado mes de mayo el ex de Auryn se enfrentaba a la muerte de su padre, que tenía tan solo 49 años edad, ahora tiene que hacerlo a una nueva y dolorosa pérdida familiar.
Y es que si hace unos días Cantó utilizaba sus redes para enviar un mensaje de apoyo y ánimo a su abuela, ahora ha tenido que hacerlo para comunicar el triste desenlace tras su fallecimiento.
"Maldito Covid, malditos los que lo niegan y maldita la muerte. No tenía que ser ahora. Qué injusto, Dios mío. Estoy roto de dolor, pero necesito compartir que acabo de perder a la persona más importante de mi vida, nunca le gustó que la llamara abuela, por eso, hoy, sigue siendo mi madre. La que nos ha enseñado todo, la que me ha criado, la que ha cuidado de mi de pequeño y de grande. De mis primos, de mi madre, de mis tías, de mi chache, de mi abuelo", escribe devastado el cantante para añadir que "jamás nos imaginamos la vida sin ti, me duele el corazón. Tu hermano Jesús, que te lo quitaron con 30 años, al que tú tanto querías, te recogerá en sus brazos y te llevará a un lugar hermoso. No tengo dudas".
No solo eso, sino que el cantante además aprovecha para denunciar el trato que en un primer momento dieron a su abuela: "Gracias a las enfermeras y enfermeros, médicos que nos dijeron que lo intentarían. Al que nos negó el respirador el primer día, engañándonos y diciéndonos que en ese hospital no tenían, le deseo que su familia no se contagie de esta mierda. Pero a todos los demás que no vieron un número, sino una vida: GRACIAS, mis ángeles. Nuestros mayores nos necesitan hoy más que nunca. No los abandonemos. Muchos salen, muchos se recuperan. No dejemos de protegerlos y de intentarlo. No los releguemos a un número. Ellos nos lo han dado todo, deberíamos ser más agradecidos".