La imagen más sugerente de Cristina Pedroche que no se vio en la pantalla de A3
La presentadora de las uvas vivió un momento apasionado con su marido nada más terminar su trabajo, y dejaron constancia de ello con una imagen muy calurosa pese al frío.
Cristina Pedroche es la persona que más frío pasa cada Nochevieja, con esos vestidos que luce para comerse las uvas con millones de españoles y dar la campanada final cada año: el que se puso para despedir 2020 y recibir 2021 ha vuelto a suscitar todo tipo de comentarios, lo que justifica con seguridad todos y cada uno de los 60.000 euros que cuentan ha cobrado por esa media hora de exposición pública junto al chef Alberto Chicote, cuyo caché fue, dicen, justo la mitad.
Ese edredón que lució antes de revelar al fin su traje, custodiado como secreto de Estado hasta el último momento, quizá le dio algo del calor que el diseño de Josie, un minimalista homenaje textil a las célebres -y odiadas- mascarillas que lo enseñaban todo con sutileza, fue incapaz de dar: la presentadora sabe que lucir palmito es la clave de su éxito. Y nunca decepciona. Ni a sus fans ni a sus haters, que también los tiene.
El caso es que la pobre pasó frío, un frío bien recompensado pero frío, en una noche donde todo el calor se lo llevó Ana Obregón, convertida en la "madre de España" por su conmovedora narración en TVE en la que, al acordarse de su hijo fallecido, homenajeó y sintonizó a tantos miles de personas que en este año infausto han perdido a alguien por la maldita pandemia.
Pero ahí no acaba la historia de Pedroche desde un balcón de la Puerta del Sol en el que Antena 3 despliega cada 31 sus mejores recursos para que todo salga perfecto. Y es que la comunicadora, pese a las temperaturas, se llevó un "calefactor" de primera magnitud, de esos que funcionan siempre y nunca sufren cortes de luz.
Un "plato" caliente
Nada menos que su marido, el popular chef Dabiz Muñoz, emblema de DiverXo que, para España, es lo mismo que Jaimie Oliver para el Reino Unido: un cocinero pop, que ha hecho de los fogones un escenario y de su imagen un reclamo multimarca capaz de venderlo casi todo.
Y sea porque hacía frío o porque ya se intuía que el impacto de Ana Obregón superaría, al menos esta vez, al de la propia Pedroche, la pareja se dio mucho calor al terminar la retransmisión y tuvo a bien difundirlo, en exclusiva para sus seguidores en una célebre red social.
Ojo a la imagen de amor subido de temperatura, y ojo a la pose de Pedroche, que satisfará como pocos a quienes nunca piensan que sus vestidos son lo suficientemente cortos: porque el enfoque elegido por la pareja es, probablemente, el más sugerente que jamás haya exhibido la presentadora. Complejos cero, que es Año Nuevo, aunque Muñoz y Pedroche no necesitan fechas especiales para mostrar su sintonía y desparpajo.