La decisión de Carbonero y Casillas de cara a la galería tumba las buenas nuevas
Cuando parecía que las informaciones eran esperanzadoras y no había pasado un mes una nueva bomba salpica directamente a una pareja que lleva ya demasiado tiempo en el ojo del huracán.
Los rumores de crisis sobrevuelan a desde hace varios meses. Sus escasas demostraciones de amor en sus respectivas redes sociales, el hecho de que el exfutbolista adquiriese un lujoso piso en la capital en solitario y una discreción que ha hecho que apenas se les haya visto juntos en los últimos tiempos, desataron las especulaciones sobre una inminente ruptura de la que es una de las parejas más seguidas y mediáticas de nuestro país.
Sin embargo, este miércoles la revista va más allá y publica en portada que la separación de es un hecho. Según la citada publicación, el matrimonio decidió, de mutuo acuerdo, separarse hace algún tiempo por un fuerte desgaste en su relación, y ya han comunicado la triste decisión a sus allegados. Al parecer, el exportero se ha alquilado una casa cercana al domicilio conyugal para que sus hijos Martín y Lucas (de 7 y 4 años) se vean afectados lo menos posible por la ruptura de la pareja.
A pesar de que hace escasamente un mes en el matrimonio y aseguraba que la periodista y el mostoleño seguían su relación ajenos a los rumores y tan unidos como el primer día, Lecturas asegura ahora que, durante el reciente ingreso hospitalario de Sara el matrimonio ya estaba separado, pero que mostraron su unión públicamente de "cara a la galería".
Una triste noticia que se produce después de 11 años de amor y casi 5 de matrimonio. La atractiva pareja se casó en secreto el 20 de marzo de 2016 con la única presencia de su hijo Martín, cuando la periodista estaba embarazada de Lucas, y apenas trascendieron imágenes de uno de los momentos más especiales en la vida de la pareja, muy celosa con su vida privada. Por el momento, ni Iker ni Sara han confirmado ni desmentido su separación.