Pilar Eyre pone el dedo en la llaga del matrimonio de Doña Cristina y Urdangarin
El cuñado del Rey ya disfruta del tercer grado junto a su madre y hermanos en Vitoria y sin embargo hay algo que ha generado las dudas de la periodista especializada en Casa Real.
De un tiempo a esta parte todas las novedades en la vida carcelaria de Iñaki Urdangarin están generando muchos titulares e interés mediático, aunque la vacunación de su esposa y su cuñada vino quitarle a él algo de presión informativa.
El caso es que ya en Vitoria junto a su madre y hermanos, la periodista especializada en Casa Real aprovecha su blog de para hacerse algunas preguntas en voz alta.
A su juicio la actitud de la es digna de estudio porque al recibir su marido el tercer grado y la posibilidad de rehacer de forma parcial su hogar lo normal hubiera sido que su esposa estuviera anhelando algo así desde hace al menos tres años.
Y sin embargo, recalca, en lugar de reunirse con sus hijos y con la Infanta, cuyo puesto de trabajo puede trasladarse perfectamente a España, lo ha hecho con su madre en Vitoria, ciudad en la que no había vivido nunca.... y lejos de su mujer y sus hijos.
A Eyre le sorprende que sabiendo que este escenario estaba previsto desde hacía meses no se hubiera alquilado un piso en Madrid o Barcelona, "donde la niña podría acudir al Liceo Francés, los otros hijos reunirse con ellos cuando quisieran (Pablo vive en casa de unos amigos) y la Infanta realizaría su trabajo de forma telemática, como está haciendo ahora en Ginebra".
La periodista considera como mínimo difícil de entender una situación así: que se haya logrado la semilibertad de Urdangarin y que su mujer siga viviendo a mil kilómetros como si no hubiera cambiado nada, por mucho que de vez en cuando visite a su marido.