Rocío Carrasco alza su voz, harta de escuchar su historia en boca de otros
Podemos especular, divagar, suponer… pero quien realmente sabe “por qué ahora”, es ella misma. Es evidente que ha cobrado y posiblemente una buena cantidad de euros por este documental.
La expectación por ver el documental de ha suscitado el interés público y mediático que se esperaba. No es para menos, porque han transcurrido casi dos décadas desde que Rociíto (que así la llamábamos), decidiera sellar sus labios y apartarse del mundo rosa que tanta fama le dio y con el que tanto dinero ganó.
Era otra época, los años 90, una década en la que los programas del corazón florecían y entraban en una competencia sin medida, tentando con cantidades millonarias a los personajes del colorín. En ese universo del famoseo, se encontraba, como no, Rocío Carrasco, famosa desde la cuna por ser hija de Rocío Jurado y Pedro Carrasco.
Su breve noviazgo y posterior matrimonio con Antonio David Flores fue seguido casi día a día por los paparazzi, que hiciesen la foto que hiciesen de la pareja conseguían colocarla en las revistas, que por cierto no pagaban mal en aquellos años. Eran una pareja rentable, fueron años dorados de exclusivas en revistas y programas de televisión a los que acudían juntos o por separado.
Rocío y Antonio David hicieron mucha "hucha" en su breve matrimonio: acudían a programas que les pagaban cantidades millonarias
Sus primeros pinitos en entrevistas televisivas los hicieron en Tómbola, en Canal 9, programa pionero del corazón en el que trabajé durante 5 años y al que imitaron en forma y contenido otros que vendrían después.
Recuerdo las arduas negociaciones para que acudieran al programa, y digo arduas porque se prolongaban en el tiempo negociando el caché que cobrarían y negociando también lo que finalmente contarían en el programa.
A pesar de que a algún o alguna colaboradora desmemoriada del mítico Tómbola no lo recuerde, se hacían entrevistas previas a todos y cada uno de los personajes que se sentaban en ese plató. Sabíamos lo que iban a contar, porque entre otras cosas era básico saberlo para valorar el contenido y negociar un caché, hablábamos de varios millones de las antiguas pesetas. Obvio que nos movíamos por actualidad o historias que aún no habían sido contadas. A los colaboradores les pasábamos las entrevistas previas que hacíamos el reducido equipo de redacción del programa (sólo cuatro personas).
A pesar de que a algún o alguna colaboradora desmemoriada del mítico Tómbola no lo recuerde, se hacían entrevistas previas a todos y cada uno de los personajes que se sentaban en ese plató.
Si bien es cierto que la frescura y la espontaneidad estaban aseguradas en un programa en el que existía absoluta libertad para expresarse y para preguntar. Esa mezcla de elementos eran lo que propiciaba el éxito del Tómbola.
Muchos se preguntarán, ¿por qué ahora?, ¿por qué Rocío rompe en este momento su silencio?, ¿qué le empuja a hablar públicamente, de lo que con toda seguridad más le duele?, ¿está harta de escuchar su historia en boca de otros?... Podemos especular, divagar, suponer… pero quien realmente sabe “por qué ahora”, es ella misma. Es evidente que ha cobrado y posiblemente una buena cantidad de euros por este documental que lleva por titulo: Rocío. Contar la verdad para seguir viva y que se emitirá el próximo domingo en el Deluxe.
Lo cierto es que Rocío podría haberle sacado partido económico a todos estos años de silencio, pero ella eligió callar. Por otro lado, su ex, Antonio David sí ha sabido rentabilizar en los platós el eterno enfrentamiento con Carrasco.
Una vez más la hija de la Jurado tendrá que echarse a la espalda las críticas que aún están por llegar, ella ejercerá su pleno derecho a hablar y a contar su historia como le de la gana. Son muchos años escuchando su historia en boca de otros.
Rocío Carrasco contará su vida en primera persona y sin interrupciones de periodistas ni colaboradores.
contará su vida en primera persona y sin interrupciones de periodistas ni colaboradores. Ella sola ante la cámara y enfrentada al visionado de videos que recogen declaraciones de su familia y de las personas más allegadas. Analizaremos sus palabras, sus silencios, también sus inevitables lágrimas, porque en muchas ocasiones ha sido juzgada sin haberse pronunciado, por la inexistente relación con su hija Rocío Flores.
La hija de La más grande se ha tomado su tiempo, ha elegido su momento, es posible que en la negociación de este documental se incluya alguna otra colaboración televisiva, no sería descabellado.
Pero no veo a Rocío Carrasco en un plató sometiéndose al tercer grado, al menos en un futuro inmediato. Sus negociaciones podrían ir por otros derroteros, a Rocío le gusta la tele, pero no como protagonista de incisivas entrevistas, sino más bien ser partícipe de colaboraciones más lúdicas para ella, como cuando la vimos en Hable con ellas en 2016 y en Lazos de Sangre en 2020.
De momento expectantes ante un documental que promete ser el origen de muchos más capítulos en la vida de Rocío Carrasco.