El mal momento de la madre de Jesulín, deprimida y enclaustrada en Ambiciones
La pérdida de su casa por impago, una rotura de cadera y la pandemia tienen sumida a Carmen Bazán en un verdadero pozo, mientras toda la atención está puesta en su nieta Julia Janeiro.
No está atravesando una buena racha ni mucho menos Carmen Bazán. Mientras toda la atención del clan está puesta en la 'presentación en sociedad' de su nieta Julia Janeiro, primogénita de Jesulín y María José Campanario, la matriarca vive enclaustrada en la finca 'Ambiciones', recuperándose de una operación de cadera y sobrellevando lo mejor posible la amenaza del coronavirus. La pérdida de su casa en el municipio gaditano de El Bosque por el impago de la hipoteca ha sido la puntilla para la matriarca, que se siente hundida.
En la actualidad vive en la célebre finca de su hijo, donde se recupera de su problema en la cadera, acompañada por sus hermanas y sus hijos y sobrinos. Según cuenta La Razón, citando fuentes próximas a la familia, Carmen perdió su casa por "los malos consejos de su hijo mayor", Humberto.
Se trata de un pequeño chalet dividido en dos partes, la planta de abajo era de ella y la de arriba es de su primogénito. Al parecer, éste estaba a la espera de que el banco le abonara unos 8.000 euros por una deuda contraída con varios de sus clientes. Y como el ingreso no llegaba, Humberto le recomendó a su madre que dejara de pagar la hipoteca.
La entidad bancaria, ante las cuotas impagadas, logró el embargo de la casa de Carmen. Pero solo su parte; según revela el periódico, su hijo puede seguir viviendo en su parte. Una paradoja que ha afectado mucho a la matriarca.
El resto de la familia también ha mostrado su enojo con los malos consejos de Humberto, separado recientemente y padre de tres hijos y atravesando una difícil situación laboral por la pandemia.
Jesulín estaría esperando a que la casa salga a subasta para poder recuperarla y devolvérsela a su madre. Y su hermana Carmen quiere llevársela a Portugal, donde se asentará en cuanto consiga vender la propiedad que compartía con su novio, el empresario multimillonario Luis Massaveu, en Marbella.
Pero Carmen Bazán prefiere pasar temporadas con ella y seguir viviendo en El Bosque, una localidad más cercana a las casas de sus otros hijos y sus nietos. Allí residen también sus dos hermanas y varios sobrinos y sus amigas más íntimas.
Entre todos tratan de levantar el ánimo de la matriarca, que también se ha visto muy afectado por la muerte hace pocos meses de su exmarido, Humberto, al que aún profesaba mucho cariño.