Rocío Carrasco, de la madre que llora a la que no paga manutención
En el último episodio de su serie emitido el miércoles, la hija de Rocío Jurado narraba un tema pilar importantísimo en el Código Civil y que ha generado no pocas dudas. Aquí las respuestas.
La verdad de Rocío Carrasco no deja de sorprender al espectador. Y de todos los públicos y formaciones. Desde el nivel menos ilustrado hasta jueces y magistrados están pegados al testimonio de la hija de La Más Grande.
En el último episodio emitido el pasado miércoles, Rocío Carrasco narra un tema pilar importantísimo en el Código Civil. Las causas de desheredación recogidas en los preceptos 852 y siguientes de la norma suprema que rige la leyes civiles.
Rocío Carrasco habla claramente que la suspensión de la pensión de manutención hacia sus hijos porque el Tribunal Supremo recoge que podrá acogerse un padre a la interrupción de la pensión de manutención siempre y cuando se encuentre la relación paterno filial alguna de las causas que permiten desheredar a un descendiente.
Entre estas causas se encuentra el "haber maltratado de obra o injuriado gravemente de palabra al padre o ascendiente que deshereda".
Carrasco, quien conoce el derecho de forma consorte, se pudo "agarrar" a esta posibilidad para no satisfacer económicamente la parte en alimentación y formación de sus hijos.
Esta máxima del Tribunal Supremo (cúspide del Poder Judial), por encima se halla el Tribunal Constitucional pero extramuros del Poder Judicial.
La decisión a la que optó Rocío está amparada en la ley, pero no es obligatoria. El Supremo te da la posibilidad de acogerte a esta posibilidad pero no es preceptivo. Es potestativo. Carrasco podía haber ayudado en "el hambre y estudios" de sus hijos si hubiese querido.
Todo esto no son más que unos apuntes básico de Derecho Civil para principiantes.
Ahora bien. Volvamos a Rocío Carrasco y su verdad testimonial. A qué Carrasco le damos más validez, a la madre que llora vestida de rosa al tiempo que asegura que a sus hijos se los arrebataron o bien a una Rocío que decide (con la ley en la mano) no pagar a sus hijos la paga de manutención.
Cada vez menos respuestas. Y más preguntas.