Kiko Rivera se "escapa" literalmente para no sucumbir al "chantaje" de su madre
Tierra de por medio ha puesto el dj tras volver a soltar las declaraciones más duras contra Isabel Pantoja a pesar de que dijo que ya no lo haría más. Las palabras se las lleva el viento.
A pesar de que hace unos meses aseguró que no iba a volver a dar una entrevista hablando de la nula relación que mantiene con su madre desde el pasado mes de agosto, el hijo de ha vuelto a conceder una exclusiva a la revista Lecturas atacando a la tonadillera y confesando sentimientos tan dolorosos como que prefiere morirse "sin abrazar a mi madre si no cambia".Admitiendo que "todos los días pienso en enviarle un mensaje" por lo mal que lo está pasando con esta guerra sin cuartel, Kiko desvela que "cuando llama a mis hijas y la escucho me encierro en mi cuarto para luchar contra mis sentimientos".
Sin embargo, y a pesar del dolor que siente por haber perdido a la tonadillera, el marido de Irene Rosales sigue firme en su postura y señala que no quiere verla "por miedo a un chantaje emocional que no podría soportar". "Mi madre pidió reunirse a solas conmigo pero dije que no por miedo a ablandarme", confiesa un Kiko débil pero convencido de que su postura es la correcta.
Además, en la exclusiva de Lecturas desvela que no es cierto que haya vendido Cantora y descubre que hizo una oferta a Isabel Pantoja para limpiar la deuda y poner la finca a su nombre, como quería su padre, y la tonadillera no contestó.Unas declaraciones que vuelven a poner al mediático clan (ya que Kiko también habla, y no precisamente bien, tanto de Anabel como de Agustín Pantoja, al que ha demandado) y tras las que el Dj ha decidido poner tierra de por medio, yéndose de vacaciones en familia.
Así, a horas de que saliesen sus desgarradoras confesiones sobre los sentimientos que todavía tiene por la tonadillera, Kiko, Irene y sus dos hijas, Ana y Carlota, salían de su domicilio en Sevilla con maletas para poner rumbo a la costa gaditana, donde la familia está disfrutando de unos días de descanso cerca del mar acompañados por unos amigos.
Esta escapada, que Kiko ha desvelado en sus redes sociales que no será tan larga como le gustaría, ha coincidido además con el séptimo aniversario de amor del artista e Irene Rosales, que se ha convertido en el gran apoyo del hijo de Isabel Pantoja en estos complicados momentos.