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Mónica Naranjo desvela la estremecedora confidencia que le hizo Rocío Jurado

La de Figueras era amiga, además de rendida admiradora, de 'La más grande' y ha revelado ahora la confesión que le hizo antes de actuar en el histórico y último concierto que dio en TVE.

Mónica Naranjo y Rocío Jurado, durante su actuación juntas

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La sombra de Rocío Jurado siempre está presente pero en las últimas semanas se ha hecho más patente a raíz de las duras confesiones televisivas de su hija, Rocío Carrasco. El abrumador talento artístico de ‘La más grande’, sin embargo, no necesita polémicas ni truculencias familiares para ser recordado y reconocido, como acaba de hacer Mónica Naranjo, evocando un momento muy especial que compartió con la chipionera, con una confidencia de lo más estremecedora incluida.‘La Pantera de Figueras’ fue una de las artistas que acompañó a Jurado en ‘Rocío… Siempre’, un programa especial que emitió Televisión Española en diciembre de 2005 y que se ha convertido en toda una leyenda, pues fue su última gran actuación en público. La cantante estuvo acompañada de buenos amigos, como Raphael, Lolita, Chayanne, Paulina Rubio, David Bisbal o la citada Naranjo.

La catalana, amiga y rendida admiradora de Jurado, cantó junto a ella ‘En el punto de partida’, un momento que guarda como en oro en paño en su corazón y en su memoria, como ha señalado en más de una ocasión y que ahora ha vuelto a evocar en unas palabras repletas de emoción y cariño.

Ha sido en el portal Vanitatis donde Naranjo ha rememorado en una carta abierta aquella actuación, así como todo lo que sigue representando para ella la artista andaluza. “Eras tan grande, tan innegable y tan apabullante que no hace falta añadir nada más. Eres, junto a Montserrat Caballé, las dos voces femeninas más grandes que ha dado este país”, escribe la de Figueras.

"Espérame ahí arriba..."

El retrato que hace de la chipionera resulta ciertamente singular: “La madre, la esposa, la amiga... La persona. Una mujer que dentro de ella atesoraba las más bellas paradojas que la hacían aún más grande. Fuerte a la par que dulce. Valiente a la par que temerosa”.

Y a continuación, Naranjo confiesa el tremendo dolor que le produjo la pérdida de su amiga, y la conmovedora revelación que ésta le hizo precisamente el día de que actuaron juntas: “Me costó años volver a ver ese 'Punto de partida'. Sencillamente porque dolía demasiado. Me llevaba a ese momento de intimidad en el camerino, donde con ese temple apabullante me dijiste que esta vez sabías que te ibas, pero que al menos esa noche, doliese lo que doliese, la artista iba a doblegar a la enfermedad. Y lo hiciste”.

“Espérame arriba, amiga mía, que a ti y a mí nos quedan muchas canciones por cantar juntas”, remata Naranjo.