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Pilar Eyre revela el momento en que Doña Letizia estuvo a punto de hundir todo

La situación para la Reina ha cambiado radicalmente en los últimos años pero hubo un punto de inflexión después de una travesía que ni la más fuerte de las mujeres hubiera aguantado.

Doña Letizia en la proclamación de Felipe VI como Rey de España.

Publicado por
M. F.

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En medio del aluvión de noticias sobre el fallecimiento de Mila Ximénez que ha teñido de negro la crónica rosa de este país, esta semana utiliza su blog de Lecturas para ahondar en los 30 minutos más duros e importantes en la vida de Letizia Ortiz.Según la periodista especializada en Familia Real fue el 19 de junio de 2014 "debajo de su impecable vestido de Felipe Varela, con el rostro cuidadosamente maquillado, aunque parecía que se hubiera peinado ella misma" cuando Felipe VI se convirtió en Rey de España.

Aunque por fuera parecía serena "las tormentas más terribles sacudían su alma" porque había pasado por unos años terribles para llegar a ese momento, una travesía que hubiera tumbado a la más fuerte de las mujeres.

Según Eyre, Letizia se arrepintió mucho de poner a Doña Sofía como ejemplo

Cuenta Pilar Eyre que se arrepintió mucho de sus palabras el día de su pedida de mano con Don Felipe: "Con el ejemplo impagable de la Reina Sofía quiero llegar a hacerlo bien". La periodista se pregunta en voz alta: "¿Cuál era? ¿Aguantar los desprecios y humillaciones de su marido con una sonrisa imperturbable para que nadie lo notara, para seguir siendo reina?".

Por el contrario, asegura que Doña Letizia eso no lo soportaría nunca y que incluso "había estado a punto de tirar la toalla varias veces. No por las infidelidades de Felipe, incapaz de la más mínima deslealtad, sino por la campaña que se había desatado en su contra. Se la acusaba de todo: de ser una frívola interesada solo en los modelitos y en las operaciones de estética, de tratar mal a su suegra, de llevarse mal con las cuñadas, de tener problemas de anorexia, de no educar bien a sus hijas... Cuanto más penosas eran las apariciones públicas de Don Juan Carlos, más arreciaban las críticas a Letizia", sentencia duramente Eyre.

A su juicio, el Emérito "actuaba impunemente, viajaba a países árabes de forma privada, pero con acompañamiento oficial de su Corinna del alma, con la que se exhibía tranquilamente... El Rey balbuceaba en un discurso importante y le temblaban las manos porque la noche anterior había estado de fiesta, el Rey trataba mal a su mujer en público, ¿y el dinero? ¿De dónde salía?".

Y sin embargo, "el objetivo era Letizia y hacia ella se dirigían todos los dardos. Ella lo sabía y no tenía ningún arma para defenderse. La última estocada había tenido lugar hacía pocos meses. Se había corrido el rumor de que alguien estaba sometiendo a la princesa de Asturias a chantaje, una situación muy delicada que invalidaba su camino hacia la Corona. En esas condiciones era impensable que el Rey (Juan Carlos) abdicara".

Llegó un momento en que Letizia parecía el único obstáculo para que Don Felipe reinara

Llego un momento en el que parecía que el principal obstáculo para que Don Felipe reinara era su mujer y, según Eyre, "Don Juan Carlos le pidió que se divorciara. Y añadió que él a su vez se divorciaría de Sofía y se casaría con Corinna, que tendría no un estatus de reina, pero sí de alteza real a la manera de la duquesa de Cornualles, y podrían celebrar juntos, en 2015, el 40 aniversario de su reinado con una gran fiesta a la que estarían invitados todos los monarcas del planeta, oficializando así la nueva pareja real, Juan Carlos y Corinna".

Sólo después de eso abdicaría pero ya moviéndose los dos con el lujo, el glamour y la influencia de unos reyes. Cuenta Eyre que "alguien con la sensatez suficiente dijo hasta aquí hemos llegado y, después de una llamada de Felipe González en la que no sabemos qué dijo, Juan Carlos decidió emitir un comunicado que cogió por sorpresa a su propia familia: tanto Sofía como Felipe estaban en el extranjero y Letizia en casa de su padre".

Recuerda por eso ahora esos 30 minutos en el palacio de la carrera de San Jerónimo en los que la vida de cambió para siempre. De eso hace ahora siete años y la Reina vaya si ha cambiado su reputación y popularidad.