Los gritos de Doña Letizia a Don Felipe en el aeropuerto que lamenta Peñafiel
Al hijo de un rey eso no se le hace, reflexiona el periodista especializado en Casas Reales que no da crédito a lo que ha sucedido. Algo que le sirve para practicar su hobby favorito.
Este fin de semana en su columna de LOCse hace eco del "denigrante trato" que sufrió el príncipe Carlos Felipe, hijo del rey Carlos Gustavo de Suecia, a su paso por la aduana del aeropuerto de Miami.Desagradable anécdota que no duda en utilizar para llevársela a su terreno y, una vez más, arremeter contra la Reina Letizia, cuando todavía era novia del entonces Príncipe Felipe.
Y es el incidente real le recuerda al protagonizado por los entonces novios cuando, el 11 de abril de 2004, regresaban de su luna de miel anticipada por las Bahamas en vísperas de su boda.
Según Peñafiel ni el príncipe sueco ni el español se aprovecharon de su condición de VIP. Sin embargo, en su versión, la "inefable Letizia ya demostró ese día su endemoniado carácter.
A saber, cuando ambos se disponían a recoger su equipaje privado, fueron "invitados" por la policía de la zona VIP a abrir sus maletas para registrarlas a fondo, algo que acabó con la paciencia de Letizia, que mostró violentamente su indignación: "primero con el Príncipe, molesta por dejarse registrar y también con los agentes al obligarles a pasar por los controles como cualquier pasajero, efectuándoles un exhaustivo registro de su equipaje. "Se trata del futuro rey de España", les gritó".
Un incidente muy desagradable indignó a Doña Letizia antes de su boda
Pero el periodista especializado en Casa Real no se queda ahí y va más allá: "Lo peor sucedió cuando a se le ocurrió ir al baño. Una policía de color, tan grande como un armario, le advirtió que le registraría de nuevo una vez que volviese. Y lo hizo, explicándole que había pasado demasiado tiempo en el baño. "¿Cómo dejas que me registren?", le volvió a gritar a su prometido".
En cuanto a Carlos Felipe de Suecia en Miami, cita Peñafiel a Carmen Villar Mir para recoger que todo el país ha puesto, casi unánimemente, el grito en el cielo y sentencia que no es para menos porque la policía de Aduanas pensó que el hijo del rey de Suecia era un impostor y le obligaron a permanecer arrestado toda una noche hasta que el embajador de Suecia en Washington se personó en el aeropuerto.