Lo que pasó con Lydia Lozano y Charly tras La última cena: no apto para sobrios
Lo de la colaboradora de Sálvame no lo entienden a veces ni sus propios compañeros de trabajo y de programa, pero parece que tiene un solución más sencilla y básica de lo que pudiera parecer
Si la cena que prepararon Kiko Hernández y Carmen Borrego provocó algún tipo de dolor de estómago, fue por la tremenda risa que se vivió en el plató de La última cena.
Lydia Lozano fue una de las invitadas y, junto a Alba Carrillo, Cristina Cifuentes o Alonso Caparrós, fue una de las más gamberras y de las que mejor supo aprovechar el menú, tanto el sólido como el líquido.
Charly no pudo disfrutar de la peluca naranja que lució Lydia Lozano: el motivo
Durante toda la noche, Lozano lució una de esas pelucas que tanto le gustan y que no pasó desapercibida: una naranja que Carlota Corredera dijo este viernes que esperaba que hubiera aguantado en su cabeza hasta llegar a casa para que su marido Charly la viera. Pero no, la colaboradora, muy picarona, y con un ataque de risa, confesó que no llegó en condiciones a casa: "No estaba yo para hacer juegos malabares".
Sus compañeros le comentaron que parace ser que la leche frita del postre de Kiko y Carmen todavía le sigue haciendo algún efecto y Rafa Mora, viendo cómo lo dio todo bailando delante de la cámara, le preguntó si siempre es tan marchosa y si tiene, realmente, alguna limitación física en su vida.
Lydia Lozano se parte de risa contando una anécdota de su viaje a Canarias
Entonces, la colaboradora se partió totalmente de risa recordando algo que le pasó en Canarias, en el mismo hotel donde le robaron las fotos con su marido: "Los niños me pedían que les hiciera un "por Charly" y, cuando me tiré a la piscina, me acordé de mis cervicales y ya no sabía si iba a poder salir".