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Un policía tras los pasos de Javier Bardem

Dejó de patrullar las calles y colgó la porra para subirse a los escenarios. Juan Dávila se ha formado a conciencia para convertirse en actor. Y ahora presenta ‘La capital del pecado’.

Juan Dávila (Foto: Alberto Asensio)

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Juan Dávila no es un actor al uso. Este intérprete de 42 años nacido en Madrid llega a la Gran Vía de Madrid con su nuevo espectáculo ‘La capital del pecado’. Todo sería de lo más normal si no fuera porque dejó “la porra” por utilizar su cuerpo, su mirada y su dotes interpretativas y naturales para conquistar al público. Juan Dávila quiere conquistar de nuevo al público ante el que ya ha triunfado en la capital de España en la sala ‘La Chocita del Loro’. A partir de octubre lo hará en el Teatro Arlequín. Se parte de buen punto de origen, su cuerpo esculpido y su mente rápida y brillante.

En 2012, Dávila decide dejar su trabajo de Policía Municipal de Alcobendas (Madrid) para dedicarse de lleno al mundo de la interpretación. Abandona su traje azul de seguridad para estudiar Interpretación en el Estudio Juan Carlos Corazza. El mismo centro interpretativo donde se formó Javier Bardem antes de tocar el cielo con trabajos magistrales. Fue el personaje de Ramón Sampedro en el film ‘Mar adentro’ de Alejandro Amenábar lo que le encumbró al hijo de la desaparecida Pilar Bardem a lo más alto de la escena en el cine.



Juan Dávila ingresa en la Academia de Policía en el año 2005 y tras seis meses de prácticas consigue su destino en Alcobendas, municipio del norte de Madrid. Siete años dedicados al Cuerpo de Seguridad. Durante un tiempo compatibiliza su oficio con su devoción, el teatro. Fue mientras estudiaba primero y segundo en la escuela de Corazza. Es en el tercer curso de esta disciplina cuando decide colgar “el hábito y la porra”. Llegó el momento de la explosión escénica. Sus nuevas armas son poderosas. Muy poderosas.

ESdiario ha podido asistir estos últimos días a los ensayos generales de Juan Dávila, el actor que mira parecido a Bardem y sigue sus pasos. En octubre, Dávila estrena su espectáculo en la calle San Bernardo. ‘La capital del pecado’ no es un espectáculo cerrado. Está abierto a lo que el público quiera llegar. El límite lo pone el espectador.

Sensualidad, atrevimiento, ruptura con lo ortodoxo, y mucho cuerpo. Cuerpo esculpido y mente brillante. Directamente proporcional. Cuerpo compenetrado con la vida de los siete enanitos de Blancanieves que encarnan los siete pecados capitales.

En octubre la explosión vuelve y quizás pueda aparecer de nuevo “la porra” a la vida de Juan Dávila. El cuerpo de seguridad sube el telón.