Shaila Dúrcal desvela la dolorosa historia tras su impactante cambio físico
La hija de Rocío Dúrcal mostró su impresionante transformación en 'Viernes Deluxe' y explicó los motivos de sus problemas de peso, entre alteraciones físicas y el azote de la depresión.
Shaila Dúrcal, en el Deluxe
Luciendo un renovado y sorprendente aspecto físico, Shaila Durcal fue la invitada estrella de ‘Viernes Deluxe’. La hija de la mítica Rocío Dúrcal contó todos los detalles sobre la verdadera la metamorfosis física que acaba de experimentar, así como las dolorosas razones por las que llegó a pesar cerca de 90 kilos.”El problema que yo tenía era el ritmo de vida, los cambios de horario, los viajes... cuando tienes esa rutina no te das cuenta. Todo este proceso ha sido para llegar a ese punto de resetear el cerebro y se puede cuando te rodeas de gente que entiende lo que te está pasando", contó la cantante.
A ese pernicioso tren de vida hay que añadir trastornos físicos que venían ' de serie' y que le cruzaron también por el camino: "A mí se me juntó lo de la tiroides y me afectó muchísimo, con esos desarreglos de comida uno llega a dañar este tipo de cosas. Tengo hipertiroidismo, que es un tratamiento médico para gente que le sobran muchos kilos. Lo que yo he hecho es para bajar por lo menos veinte porque me estaba ocasionando problemas de salud".
Lo que sí ha dejado clara la hija de Rocío Dúrcal es que jamás ha sufrido un trastorno de alimentación: “No llegué a ese punto, nunca me han diagnosticado nada así, he sufrido depresiones, como todos hemos pasado por etapas difíciles, la batalla más grande fue perder a mi madre con 26 años. Eso me llevó a alejarme mucho de mi tierra, de venir aquí y me escondí mucho en eso y trabajando. Ahora puedo decir que me faltó disfrutar, en la mente siempre tenía hacer algo más”.
Está tratando de normalizar la importancia de la salud mental, convencida de que las emociones afectan a la hora de darse atracones o de comer con ansiedad. Y en ese sentido, su experiencia personal puede servir de ejemplo a otras personas.
“Soy una persona que come por la parte emotiva y entonces a mí los comentarios negativos me hacían comer. Estoy aprendiendo a manejar mis emociones y eso le llevaba a tener esos apretones. Cuando me daban esos apretones era para premiarme y castigarme, es un proceso emocional muy complicado de controlar en ese momento. Es importante identificar esos momentos”, ha concluido.